En un día dedicado a los oyentes de radio, la comunidad celebra la pasión y dedicación de aquellos que, día tras día, sintonizan sus estaciones favoritas. Desde el amanecer y durante una jornada entera, los radioescuchas son los protagonistas silenciosos de historias contadas en ondas sonoras.
En el Día del Oyente, se reconoce la lealtad y el compromiso de quienes, con atención y entusiasmo, dan vida a las frecuencias. Son ellos, los que escuchan, los que opinan, los que ríen y a veces lloran con las palabras que fluyen desde el otro lado del micrófono.
La radio, ese medio que ha resistido el paso del tiempo, sigue siendo un pilar en la vida de muchos gracias a la fidelidad de su público. Ese que constituye el verdadero pulso de los sonidos, manteniéndolos vibrantes y relevantes en un mundo cada vez más digital.
Desde la persona que con su radio se adentra en los secretos de la madrugada, hasta el trabajador que, en medio del ruido de la maquinaria, encuentra un momento de paz en las ondas radiales, son los verdaderos héroes de este día. Son ellos quienes, con su fidelidad, dan sentido a las horas de programación, a las selecciones musicales y a las noticias que los conectan al mundo entero.
Hoy, extendemos un agradecimiento especial a los oyentes. Por su curiosidad insaciable, por su pasión por aprender, por su disposición a ser movidos y conmovidos. Gracias por darle vida a la radio, por ser los guardianes de la tradición oral en la era digital, por ser los compañeros constantes de los locutores que, sin verlos, los conocen y aprecian profundamente. Gracias a todos los que con su escucha activa, hacen que cada transmisión valga la pena.