En etapas precedentes, de esto han pasado varios años, Jobabo exhibía ante sus pobladores y visitantes un entorno digno de admirar y hasta comparaban la limpieza de sus calles y la higiene de la localidad con otras ciudades que en el país se caracterizan por mantener como algo prioritario esos pequeños grandes detalles que no debiéramos descuidar.
Pasado un tiempo para acá, todo en este sentido se torna preocupante, ya no solo para la vista de los transeúntes que a diario recorren sus arterias y comunidades, sino también y mucho peor por la connotación que esto reviste para la salud de las personas.
En etapas recientes esta problemática se resumía en unos que otros puntos de polvillos como se les llama en el argot de comunales donde algunos vecinos depositaban los desechos sólidos y creaban micro vertederos, hoy y desde hace un largo período de tiempo en muchas de nuestras calles se ha convertido en algo cotidiano ver los cúmulos de basuras de diferentes procedencias ante las vistas de todas y todos.
Al detalle conocemos las principales causas, entre ellas el déficit de carretoneros para realizar estas labores y que los pocos que quedan desempeñando estas funciones no dan abasto para abarcar tal magnitud de desechos acumulados, súmele a lo anterior la poca cifra de combustible que se le entrega a la Unidad Básica Presupuestada Servicios Comunales en Jobabo para los transportes de tracción a motor y la actitud indolente de algunas personas.
Todo lo anterior se agudiza con la realización de talas de árboles por organismos que en no pocas ocasiones permanecen en la vía pública por varios días.
Quien les habla es del criterio que, si de estrategias se trata, las utilizadas hasta el momento no han logrado solucionar estas problemáticas y que es oportuno buscar otras vías que pudieran ser el apoyo de diferentes organismos con la utilización de sus transportes y la participación popular en un tema que debe preocuparnos a todos porque a todos nos afecta.