Santiago de Cuba, 4 dic (ACN) Con el depósito de ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba y de rosas blancas ante el monolito donde reposan sus cenizas, en el cementerio Santa Ifigenia de esta ciudad, comenzó hoy el homenaje a Fidel Castro, a un lustro de sus honras fúnebres.
José Ramón Monteagudo, miembro del Comité Central del PCC y Primer Secretario en Santiago de Cuba, y Manuel Falcón, vicegobernador del territorio, encabezaron el tributo al líder histórico de la Revolución, desaparecido físicamente el 25 de noviembre de 2016.
Para el doctor Abel Tobías Suárez, miembro del Contingente Henry Reeve, homenajear al Comandante en Jefe desde el camposanto patrimonial –y hacerlo en representación de los trabajadores del sector del país- deviene en privilegio y mayor compromiso, en tanto la salud constituye una de las principales conquistas del proyecto social cubano.
En exclusiva a la ACN, definió a Fidel como el paradigma del hombre nuevo enunciado por Ernesto Guevara y un ejemplo de sacrificio, dignidad, honradez y entrega completa a sus principios, y consideró a sus colegas fieles continuadores de esa conducta, ratificado en los dos últimos años en la lucha contra la COVID-19 dentro y fuera de la isla.
Aunque transcurrieron cinco años desde aquel 25 de noviembre, en el que Cuba conoció de la muerte física de su líder, él sigue vivo en cada acción del sistema de salud, del pueblo, gobierno, Estado y Fuerzas Armadas, aseguró el intensivista.
Mientras, la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo acogió a más de 300 mil santiagueros que reeditaron el último tramo de la trayectoria hacia la inmortalidad del revolucionario del Moncada, la Sierra Maestra y Girón.
En multitudinaria peregrinación por avenida Patria hasta la necrópolis de la urbe, jóvenes universitarios, trabajadores de diversos sectores, estudiantes de todas las enseñanzas y pueblo en general revivieron el último adiós a su Comandante en Jefe, pero con muchas razones hoy para luchar, vencer y mantener su legado.
Según afirmó Martha Mesa, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular por la Ciudad Héroe, los agradecidos recordarán siempre a Fidel Castro por lo que significa para Cuba y el mundo: pensamiento, patriotismo, humanismo y altruismo, valores mencionados en el concepto de Revolución, considerado en la actualidad como su testamento político.
Con foto del rebelde en sus manos, Alba Rosa Valdés, trabajadora de la región militar de Santiago de Cuba, comentó su admiración y profundo amor por su Comandante en Jefe, a quien calificó como un padre, por todo lo que hizo en pos del desarrollo y bienestar de los cubanos y los más desfavorecidos en otras partes del planeta.
Médicos, enfermeros y tecnólogos de la salud en formación también dedicaron honores a Fidel, maestro indiscutible del ejército de las batas blancas, y presente en cada una de sus batallas por la vida.
Así lo manifestó Josefina Prosper, estudiante de quinto año de Medicina, al sostener que cada día en zona roja, pesquisa comunitaria o intervención poblacional en medio del enfrentamiento a la COVID-19 también estaba el líder con su ejemplo.
Fidel Castro trascendió su época, su obra traspasó los límites de lo posible, y en virtud de tanta grandeza Santiago de Cuba: la tierra del Moncada, del primero de enero de 1959, del cuarto congreso del Partido, le rinde eterno homenaje.