En 2022 se elevó la mortalidad vacuna al doble de lo que mostraron las estadísticas del calendario precedente, más de 2000 defunciones por cusas de mal manejo, lo que representa el siete por ciento de la cantidad de reses en total que registra Jobabo.
De acuerdo con Addabelis Zamora, directora de Sanidad Animal, ello representa un serio problema en la gestión pecuaria e influye negativamente en todos los indicadores relacionados con la ganadería, sobre todo, productivos.
Al ritmo que va la sequía y los propios patrones de gestión de la masa bobina, para 2023 se pronostica casi el doble de defunciones por causas de manejo pecuario, con mayor incidencia dado por la falta de agua y alimentación.