Hombre y mujeres abnegados del pueblo que cuidan, protegen y velan por la tranquilidad ciudadana, muchos de ellos en condiciones, a veces de intensos peligros, pero ahí están los combatientes de la Policía Nacional Revolucionaria.
En este último año lo pudimos ver también en las tareas de organizar colas para que cada cual adquiriera los alimentos y recursos dispuestos por el país para nuestro pueblo. Fue una labor titánica en la que todos, brindaron sus aporte solidario e importante en las circunstancias de la Covid-19.
Además de las ya conocidas, la Policía tiene como misión principal, preservar el orden público y la seguridad vial, se nutre de jóvenes comprometidos con su tiempo y ha sido protagonista, junto al pueblo, de los momentos más trascendentales de la Revolución cubana.
No se puede hablar de ese órgano del Ministerio del Interior sin hacer referencia al acampamiento de sus combatientes a los altos dirigentes de la revolución en sus visitas a los más insospechados rincones de la geografía de la Isla.
Desde los primeros momentos del triunfo revolucionario, los incasables hombres y mujeres de azul obstaculizaron el accionar de las bandas contrarrevolucionarias y frustraron hechos vandálicos contra la población civil y los objetivos económicos. Esa también fue una labor titánica que los hace más fuertes e importantes.
No importante las madrugadas, los días de lluvia, el sol, el viento, para que esa fuerza aliada de su pueblo, salga a enfrentar las ilegalidades y el delito, pero al mismo tiempo son de los que trabajan en el sentido profiláctico para educar a las nuevas generaciones en el buen actuar y el comportamiento cívico.
En los lugares más remotos, y quizás donde la briza se haga diferente al panorama de la ciudad, ahí también está la presencia de la Policía organizada en sectores y que también es apoyada por las fuerzas auxiliares que en conjunto vigilan perennemente para evitar que ocurran hechos que lastimen, de alguna manera, los intereses del pueblo y del país.
En este aniversario los combatientes de la Policía Nacional Revolucionaria trazan nuevas líneas de trabajo, perfeccionan sus métodos y están convocados a la superación personal para lograr la profesionalidad que exigen sus fuerzas de cara al apoyo y cuidado a nuestro pueblo.
El mejor homenaje a los caídos en todos estos años de lucha, será siempre el de ser fieles y mejores seres humanos y veladores perennes de las conquistas que exhibe Cuba desde que comenzamos a ver la verdadera luz de la libertad.