La mayoría de los cubanos entendemos la situación financiera que tiene el país, que a veces limita la adquisición en el mercado internacional de los alimentos que componen la canasta familiar normada que se expende nacionalmente.
Aun así, los productos llegan aunque desfasados, pero llegan, hasta los puertos de la nación y de ahí, con mucho esfuerzo van a parar a los almacenes mayorista de donde se distribuyen a las tiendas del comercio.
Lo que no se concibe que sea en el municipio donde existan las mayores demoras a la hora de trasladar los alimentos hasta las bodegas. Y no se trata de un problema de los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base Mayorista, que por demás hacen tremendo esfuerzo a cualquier hora, sino de otros elementos que afectan sobre manera.
A veces se trata de justificar el mal actuar de los jefes y el poder de decisiones con decir que no hay combustible. Es cierto que en ocasiones ello ha estado severamente limitado pero que no sigan diciendo lo mismo para escudar su irresponsabilidad.
Nuestro pueblo ya no es analfabeto y sabe cuándo se trata de negligencia, de falta de estrategias y cuándo en realidad se trata de falta inminente de un recurso, en este caso el combustible.
Está bueno ya de justificarlo todo y de encubrir la falta de idoneidad y de capacidad de los jefes para tomar decisiones acertadas y justas, y cumplir con la misión para la cual fueron designados o elegidos como servidores públicos y apegados a la sensibilidad que le debe permitir sentir como suyo el problema de los demás.
Las carencias que tiene el país, son reales pero los cuadros tienen que multiplicarse y ante cada problema, no cruzarse de brazo, buscar soluciones y despojarse de las explicaciones banales, sin sentido e injustificadas en la mayoría de las veces.
Con la situación que tienen nuestras familias, nada justifica que un alimento demore más de diez días en un almacén mayorista sin distribuirse a las tiendas. Ello está presente en Jobabo actualmente. No hablen más de combustible y apliquen soluciones, el pueblo espera más de los jefes que se suponen, deban representarlos.