Recordarlo como el hombre aquel que hizo tanto por Cuba y por el mundo, será el mejor homenaje que hoy podemos brindarle a líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz al cumplirse hoy el quinto aniversario de su partida a la inmortalidad.
Recordarlo como el hombre aquel cuyo ejemplo aún trasciende entre las montañas, en los ríos, en el aire que respiramos y hasta en los más humildes hogares de la Cuba que viste sus atuendos de montes, de llanuras, de mar y de poesía, es también, tenerlo presente todos días, las horas y los segundos.
La obra del Fidel no solo quedó en la bravura de su ejemplo, sino también en cada una de las instituciones que forjó en todo el verde caimán antillano y que hoy renacen como obras majestuosas que tributan al mejoramiento humano, a la felicidad de la gente y a la calidad de vida de todos.
Este hombre de carácter recto, de incontables ideas y de sólidas acciones, se dio cuenta tempranamente que el futuro de Cuba tenía que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia y de pensamiento, capaces de buscar soluciones ante los avatares que pronosticó que viviríamos en loa adelante y así fue.
Alguien dijo una vez que, Fidel tuvo la virtud de viajar al futuro, regresar al presente y después contarlo, y es que tenía ese don innato de un hombre sin iguales y con una visión infinita de la realidad como nadie, aun sin haber vivido tiempos por venir y entender.
El pensamiento y las obras de Fidel Castro serán eternos porque también eterno es el legado que nos dejó después que marchó a la eternidad a acompañar a otros patriotas, que como gigantes se levantan al lado de su monolito donde descansan para siempre sus cenizas.
No hay ni habrá nunca una obra en Cuba, que no tenga, al menos una huella del líder histórico de la revolución que tanto hizo para desarrollar a su nación y que su gente pudiera tener un poco más de paz, de la libertad que merecemos todos y de la soberanía que merecemos como un Estado de derecho.
Al cumplirse cinco años de su último Adiós, sus hijos, los que el dejó a cargo del país que ayudó a forjar, lo recordamos como el hombre que nos amó y nos enseñó el camino a transitar para no dejar caer la bandera que nos sostienen hasta hoy y para impedir que fuerzas poderosas del imperio hagan declinar los principios rebeldes que hacen fuerte nuestro andar.