La necesidad de potenciar la preparación de tierras y garantizar que se inicie la siembra de frijoles faseol según el cronograma para aprovechar el periodo óptimo para este cultivo, se plantearon en Jobabo como prioridad dentro se la campaña de frío, destacando que este año hay que lograr que se produzcan aquí las 139 toneladas del grano que demanda la canasta básica.
Precisamente la cantidad de hectáreas a sembrar y los ajustes de rendimiento se equilibran con las necesidades del consumo social, explicaron directivos del sector agropecuario al exponer la estrategia de un planteamiento que este año vuelve a tener un mínimo de aseguramiento en insumos y se reducen las áreas a lo que objetivamente puede lograrse sin los paquetes tecnológicos.
Son 155 hectáreas en total lo que hay planeado para la etapa, siendo el punto de partida 30 hectáreas en octubre, 25 en el polo Melanio Ortiz y cinco en la CCS Rafael Trejo, mientras que en octubre se tiene previsto cubrir 110 hectáreas y las restantes 15 en diciembre.
La carga fundamental de las plantaciones, aunque en su mayoría no tienen los correspondientes paquetes tecnológicos, sí se potencian por proyectos una parte significativa de los terrenos, precisó Luis Oro, responsable de cultivos varios en la delegación provincial de la agricultura, quien aseguró que el promedio general que se busca es a un rendimiento al menos de 0.5 toneladas por hectárea, sin embargo, los productores que recibirán insumos deben calcularse a 1.5 toneladas.
Igualmente se orientó revisar la cantidad de sistemas de riego entregados por los proyectos Prodecor y Apocoop, para evaluar puntualmente dónde pudieran incrementarse las áreas de siembra de frijol Faseol y lograr suplir no solo la demanda de la canasta básica, sino niveles productivos más altos que dieran reservas del grano al municipio para el consumo social.
En ese sentido, precisaron que Jobabo, después de Puerto Padre y Menéndez es el municipio con mayor producción y experiencias en el cultivo del grano, y aprovechando las condiciones óptimas de los meses en que está planificada la campaña, se pueden lograr incluso rendimientos superiores a los que están previstos, además de que fuera del planeamiento se conoce que más productores se insertan con recursos propios en el programa.
Se insistió en las cuestiones subjetivas, para no repetir errores de años anteriores, sobre todo en la atención que deben prestar las propias juntas directivas y la empresa de granos, y el control sobre los destinos de las producciones.