Las Tunas.- Los municipios de Jesús Menéndez, Las Tunas y Manatí se mantienen como los que concentran la masa bufalina del territorio tunero y al cierre del 2023 se reportaban dos mil 128 cabezas, con un decrecimiento de 400 ejemplares en relación con el año anterior.
Entre las causas fundamentales de esa disminución se incluyen la venta de 245 animales, con destino al sacrificio, y la comercialización de 167 bubillas para las vecinas provincias de Granma, Holguín y Camagüey, con el fin de fomentar el desarrollo de esa especie.
Según autoridades del sector agropecuario, la crianza de búfalos se desarrolla en 28 unidades; de ellas son 15 lecherías de ordeño, una de cría, seis de ceba, cinco dedicadas al mejoramiento de las hembras y una de desarrollo de sementales.
El fomento de esa ganadería especializada podría generar numerosos beneficios económicos a los criadores de la provincia de Las Tunas, sobre todo si se tiene en cuenta que al cierre de diciembre del pasado calendario se lograba un 90 por ciento de natalidad.
Además, durante el 2023 la desparasitación de los bucerros no presentó dificultades, pues se dispuso de los medicamentos requeridos. No obstante, en estos momentos no hay existencia de esos productos, pero se gestiona por las autoridades correspondientes.
Al finalizar el año, la entrega de carne se cumplió con 71.6 toneladas, e igual ocurrió con la leche, al acopiar unos 60 mil 400 litros. En ambos casos, por encima de lo planificado.
Precisamente por su capacidad productiva y lo económico que resulta, en el territorio tunero se prevé incrementar la crianza de búfalos, mediante su extensión a otros municipios. Súmese que tienen un amplio espectro alimentario y que se pueden domesticar con facilidad.