Son los que sin importar la lluvia, el frío, las noches o el calor, están ahí, ojos abiertos, pupilas insomnes y con almas y corazones entregados al diario deber de defender las conquistas, la tranquilidad y la justicia: los combatientes del Ministerio del Interior (Minint).
Creado el 6 de junio de 1961 mediante la Ley novecientas cuarenta, el Minint no ha cejado en el empeño de aunar esfuerzos, profesionalidad y sabiduría para enfrentarse a las acciones delictivas de los enemigos de la revolución, fuera y dentro de la nación.
Ante un hecho, siempre los encontraremos dándolo todo, a veces, a riesgo de sus propias vidas y sin pedir nada a cambio, solo los ata el deber revolucionario de defender a su pueblo, del cual es parte indisoluble y legítima y porque de las grandes masas salen esos hombres y mujeres, algunos uniformados y públicos, otros, desde el anonimato.
La historia del Minint es la de la defensa heroica y legendaria, en la que han tomado parte sus efectivos durante más de sesenta años, frente a los actos hostiles delas sucesivas administraciones de los Estados Unidos y de CIA, y apoyados por la contrarrevolución interna y externa.
Cuántos muertos, huérfanos y mutilados existieran en la Cuba de hoy sino fuera por la presencia en cada acción y la valentía, audacia y profesionalidad de los heroicos combatientes del Ministerio del Interior, muchos de ellos, dedicados a la Seguridad del Estado.
Los combatientes de los distintos órganos que integran el Minint cumplen en su conjunto diversas funciones que los hacen necesarios e imprescindibles. De ellos depende la tranquilidad ciudadana, la preservación de la vida de nuestros principales dirigentes, del cuidado de nuestras fronteras, de la prevención de incendios y de la seguridad del país. Son todos, en fin: guardianes eternos de la soberanía y la paz.