Las Tunas.- El hábitat es uno de los criterios básicos que guía la actualización del Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano de la ciudad de Las Tunas que realizan expertos de la Dirección Provincial de Planificación Física (DPPF) aquí.
La arquitecta Tania Vázquez Góngora, subdirectora de Urbanismo en la DPPF Las Tunas, comentó que dentro de los parámetros del Plan, “el que más peso tiene es el hábitat, relacionado con la estructura de las viviendas, de la ciudad, la infraestructura y con los servicios”. Ahora, dijo, se encuentran en la fase de diagnóstico de los principales problemas por afrontar, entre los cuales sobresale la existencia de barrios ilegales o precarios.
El barrio ilegal, explicó, es aquel que se ha fomentado o crecido sin tener los permisos requeridos, pero puede contar con servicios de agua, electricidad y buenas condiciones de terreno e, incluso, no tener riesgos de daños ante eventos meteorológicos extremos. En cambio, añadió, los barrios precarios son grupos de viviendas construidas fundamentalmente en la periferia de las ciudades, por familias que buscan acercarse a los servicios. Son edificados con todo tipo de materiales y sin tener en cuenta los riesgos; de manera que, alertó, son particularmente vulnerables ante vientos fuertes, intensas lluvias, inundaciones o accidentes industriales.
Hasta el momento, la Dirección Provincial de Planificación Física ha identificado preliminarmente 14 barrios precarios en la Capital de la Escultura Cubana. “Nuestra intención, expresó Vázquez Góngora, es diagnosticar todos estos barrios que no reúnen las condiciones idóneas y proponerles una solución. En algunos casos bastará con un ordenamiento, facilitándoles a los moradores subsidios para que mejoren sus viviendas; o para que la relocalicen dentro de la misma zona”. Pero otros, expresó, necesariamente deberán erradicarse por encontrarse en zonas bajas con peligro de inundación, o por estar en espacios vulnerables, de producción; o sea, demasiado cerca de industrias que estaban allí primero.
No es, insistió, un estudio a la ligera, “se hace primero que todo, pensando en el bienestar de la ciudad para que esta funcione correctamente y que cumpla con todos sus servicios e infraestructura”.
El Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano de la ciudad de Las Tunas a cargo de la Dirección Provincial de Planificación Física abarca diversos aspectos de la vida social y económica citadina y en su elaboración participan arquitectos, junto a especialistas de áreas como Turismo, Vivienda, Acueducto y Alcantarillado y Educación, entre otros. Es una labor de conjunto con representativos de los consejos populares, que cuenta, además, con el asesoramiento de la Universidad de Las Tunas en estrecha coordinación con organismos, empresas e instituciones estatales.
Del mismo, expresó Vázquez Góngora, se derivarán propuestas de acciones en plazos cortos, de tres a cinco años; y medianos, de ocho a 10 años. “Cada propuesta o diagnóstico se concilia con el organismo involucrado para que sea lo más integral posible”, afirmó.
La situación extrema que atraviesa el país a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, comentó, también retrasó los plazos iniciales previstos para la conclusión del Plan. No obstante, esperan terminarlo en el presente año, para que entonces sea evaluado por el Gobierno de los municipios y la provincia, tal cual lo establece la Constitución de la República.