La vinculación escuela familia comunidad es una de las fortalezas de la educación en Jobabo y el centro primario Ramiro Santiago es ejemplo en ello, no solo en el logro de resultados académicos sino también en las condiciones materiales y de vida y en la formación de valores.
La directora del centro Yanela Vargas González, destaca que van más allá del proceso docente educativo, en sus enseñanzas destacan los valores martianos como la laboriosidad y se vinculan directamente con vecinos que contribuyen al embellecimiento del entorno.
Manuel Blanco Brizuelas, vecino de la calle 111 número 8 del reparto Vietnam en Jobabo, en ese empeño se dio a la tarea de producir alimentos en un área limítrofe con la escuela convertida en microvertedero.
Blanco Brisuela, de 88 años de edad, tuvo la gran idea y su principal objetivo fue que no continuaran las indisciplinas de los vecinos que afearan el entorno, además de contribuir a la alimentación de la comunidad.
‘Estamos enseñando a nuestros alumnos no solo a la docencia sino también a las producciones que bastante falta hace, pues hoy tiene el país la necesidad de que todo el que puede producir, ayude a producir”, destaca el octogenario jobabense.