Solo el amor engendra la maravilla

Dígase Enfermería y se hablará de esa noble cualidad en quienes la ejercen, porque ellos y ellas saben cómo nadie lo que significa una mano cálida para aliviar el dolor, a la par de un medicamento, o lo mucho que consuela una palabra tranquilizadora en medio de los avatares de alguna enfermedad.

 

Maira Leonor Zamora Izquierdo enfermera de Jobabo, Las Tunas una de las fundadoras del programa del Médico y Enfermera de la Familia ideado por Fidel hace 40 años y aun se mantiene en el humano arte de empujar la sanación, de acompañar al que sufre y de batallar por una vida, aun cuando parezca que ya todo está perdido.

¿Cómo se inserta usted de enfermera en los consultorios médicos?

«Yo me inserto en los consultorios del médico y enfermera de la familia, una vez cuando nuestro comandante inició este programa en el año 1989, yo soy una de las fundadoras. Sin tener todas las condiciones creadas, comenzamos a trabajar, a dispensarizar a toda la población por grupos, en el consultorio del 12, que fue donde inicié hace 40 años».

mairaamor,

«El trabajo fue duró, iniciamos desde cero, no había nada, comenzamos a captar a todas las mujeres que no se habían echo citología nunca, se implementó la atención a personas con cáncer, las de estadio Terminal, fue una labor muy linda que me gustaba mucho».

«Pasó el tiempo, llegaron las especialidades, la evolución en la medicina, con más condiciones y permanecí allí como enfermera por 22 años.  En el 2010 me llegó una misión para Venezuela hasta el 2013».

¿Su experiencia en este hermano país de Venezuela como fue, ejerció la misma labor?

«Mi experiencia en Venezuela fue más difícil, trabajaba en un CDI pero como emergencista, intensivista, trabajé en esterilización, hacia electros, realicé muchas labores hasta de almacenera, cocinera, en realidad fui de todo, una labor muy linda, pero lo más importante fue la contribución de mejorar la salud de los pacientes con mi labor».

¿Una vez que regresó usted a la patria se incorpora al trabajo en los consultorios médicos o sumió otra tarea?

«Una vez que regresé a la patria con el deber cumplido, me incorporo nuevamente a trabajar en los consultorios médicos, pero esta vez en Argentina Sur, donde permanecí pos dos años. Luego me trasladan para el consultorio del 5 que no tenía enfermera en aquel entonces, y es donde me he mantenido hasta la actualidad».

«Desempeño un buen trabajo en la población, estoy orgullosa de mis pacientes, me encanta el trabajo que realizo en el consultorio con mis pacientes, a los que quiero muchísimo».

¿Tiene usted alguna experiencia significativa en el trabajo en los consultorios del médico y la enfermera de la familia?

«Si, tengo una experiencia significativa, tuve una paciente en el consultorio médico del 12,  donde se pasó una paciente 12 años con cáncer en el útero, yo no vivía, era de día, de noche, todo el tiempo dándole mi apoyo psicológicamente, el medicamento a su hora, fue un gran impacto para mi, algo que me marcó y que no puedo olvidar. Aquella paciente había que ponerle morfina y ya al final cada una hora se le ponía, fuero 12 años muy marcados.

Pero al mismo tiempo me llenó de satisfacción porque logré que Tomaza, así se llamaba la paciente, durará más su vida y me despertó mucho más amor por mí trabajo, el que me encanta».

¿Qué se siente Maira el dedicar 40 años de su vida al trabajo en los consultorios médicos en Jobabo?

«No tengo palabras para expresar lo que en verdad se siente, siento que el dolor de cada paciente es mío también,  me pongo en su lugar y rápido pienso en cómo lo puedo ayudar, es una experiencia muy linda, para mí algo muy grande en verdad.

Por mi labor recibí la medalla de los 25 años, varios reconocimientos, de todo creo que no falta nada por darme por mis años de sacrificio».

«Aprovecho para enviarle un mensaje a la juventud que comienza que se dediquen a su trabajo, que lo hagan con amor al paciente, a su profesión, la enfermería es muy linda, aunque haya escasez de medicamento, pero usted llega a donde está el paciente le pone la mano, su caricia, su amor y el dolor se alivia».

Todo va estar bien, es un alivio para el paciente, pero lo es también para su familia, y en esa frase va amor, que es un atributo imprescindible para alguien que escoge el camino de la enfermería, como lo ha hecho Maira Leonor Zamora Izquierdo  de Jobabo, Las Tunas por cuarenta años.

 

Bárbara Sánchez Ramírez
Bárbara Sánchez Ramírez
Máster en Ciencias de la Educación. Licenciada en Geografía. Hace periodismo abordando temas de la salud, medio ambiente, indisciplinas sociales, quehacer de las industrias locales y gusta de las historias de vida.

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