Solidaridad, altruismo y amor a su profesión, son valores que distinguen a los profesionales de la salud cubanos que cumplen misión internacionalista en otras naciones. La psicóloga Radisbel Ramírez de Jobabo, Las Tunas, es ejemplo de ello. Hoy se encuentra en la patria de vacaciones, tras un año en la República Bolivariana de Venezuela, comentando sus vivencias.
«Es un sistema totalmente diferente, el pueblo venezolano es muy agradecido, muy solidario, en ese sentido nos parecemos muchos a los cubanos, por esa solidaridad que emana de ellos, nos tratan muy bien, aun con otras costumbres, modos y estilos de vida que nada tienen que ver con el nuestro».
«Pero mi experiencia fue buena, enriquecedora, fue un año de mucha experiencia adquirida, tener que adaptarme a la distancia principalmente de la familia, a otro sistema de salud a otras costumbres y a otro modo de ver la vida de los pacientes».
«Hay muchos problemas de salud mental, pero se puede trabajar muy bien con ellos, son muy receptivos, responsables con los tratamientos, lo que le dice un cubano para ellos es ley, ya que hay lugares que la salud es privada, por lo que enfermarse es lujo que muchas personas no se pueden dar».
«Yo trabaje la parte de logofonialorongía, muchos niños con problemas del lenguaje, con 8,9, 10 años y no saben leer, no saben hablar, no saben comunicarse a esa edad. Para mi satisfacción han aprendido hablar muchos niños, los padres muy agradecidos eso es orgullo, experiencia difícil lejos de la familia pero a la vez muy bonita, y hay que vivirla».
Ejemplo de entrega, desinterés y amor a su labor donde la patria la necesite esa es la especialista en psicología del sector de la salud de Jobabo, Las Tunas Radisbel Ramírez.