La historia de Girón tiene inegablemente un aporte jobabense, la sangre de Heriberto Cortés Iglesias abonó la victoria frente al imperialismo yanqui, y otro combatiente, Rosendo Rosell Reyes, puso en alto hasta el lecho de su muerte la defensa de los intereses de la Revolución Cubana en ese intento de acabar con Patria.
El mayor orgullo de Reyes siempre fue el honor de haber combatido junto a valerosos hombres, huella imborrable que perduró en su memoria los sucesos de Girón.