En el Gran Prix de Jalisco, México estará el tunero Ever René Castro Martinez
¿Por qué condenar a Granja Urbana con una subordinación empresarial insostenible?
La Granja Urbana de Jobabo enfrenta una encrucijada que trasciende lo administrativo: su inminente subordinación a la Empresa Agroindustrial limitará su potencial como actor clave en la seguridad alimentaria local, no por mera coincidencia hace par de años se sugirió separarla de todo ente empresarial y darle toda la autonomía posible.
Convertirla en una UEB bajo una estructura rígida ahogará su capacidad de innovación y adaptación a los contextos económicos productivos actuales. En cambio, reconocerla como una Mipyme estatal le brindaría autonomía para gestionar recursos, establecer alianzas y responder con agilidad a las demandas del municipio.
La soberanía alimentaria no se construye con esquemas centralizados, sino con entidades ágiles y empoderadas.
Los problemas de la Granja Urbana no son aislados: falta de insumos, inestabilidad directiva y salarios insuficientes reflejan un modelo que prioriza la burocracia sobre los resultados.
Estas carencias impactan directamente en la producción de alimentos, afectando en más de un lustro de pérdidas constantes y fluctuaciones de los recursos humanos.
Una Mipyme estatal podría retener utilidades con mayores ventajas, reinvertir en tecnología y mejorar condiciones laborales, atrayendo obreros y consolidando un sistema productivo sostenible. La seguridad alimentaria exige romper con inercias que perpetúan la escasez.
La solución pasa por políticas audaces que hagan valer el papel del gobierno local.
Primero, desvincular legalmente a la Granja de la estructura empresarial actual, otorgándole personalidad jurídica propia. Segundo, diseñar un plan de financiamiento inicial con apoyo de gobierno local y la banca de fomento agrícola, priorizando la adquisición de semillas, riego y capacitación. Tercero, buscar buenos cuadros que la dirijan. Estos cambios requieren voluntad política y gubernamental, pero son inversiones necesarias para fortalecer cadenas de valor locales.
Jobabo tiene esa oportunidad: en vez de ahogar a su Granja Urbana en un mar de trámites, debe convertirla en un laboratorio de soberanía alimentaria. Que sus trabajadores decidan qué sembrar, cómo comercializar y qué alianzas establecer. La transparencia en la gestión y la rendición de cuentas serán antídotos contra la ineficiencia.
El futuro de la Granja Urbana no puede ser lo mismo del pasado. O se apuesta por su autonomía como Mipyme estatal, o se seguirá repitiendo el ciclo de abandono que han mantenido los huertos y obreros que quedan.
Jobabo merece un modelo donde la tierra, los productores y los consumidores sean eslabones de una misma cadena. La seguridad alimentaria no es un discurso: se construye con decisiones concretas que prioricen lo local sobre lo burocrático. Es hora de actuar.
Liusannis Pérez La Rosa más allá de instructora de arte, asesora y miembro de la Brigada José Martí
La función docente del actual instructor de arte no minimiza su condición como conductor de procesos de creación artística ni se contradice con su papel como activista de la promoción cultural artística. Por el contrario, existe una relación muy estrecha entre estas tres facetas que se les reconocen a la profesión la de educador, la de creador y la de promotor, función que desempeña Liusannis Pérez La Rosa.
¿Cómo fueron tus inicios como instructora de arte?
Mi inicio como instructora de arte fue alrededor del año 2012. Comencé a trabajar en una escuelita rural, en un consejo popular, donde atiende tres escuelas, Martínez de Jobabo y en este caso trabajaba en la escuela Jesús Argüelles Hidalgo. Ahí me pasé diez años trabajando como instructora de arte, obteniendo reconocimiento. La función como instructora de arte era un poco complicada porque era un consejo popular en una escuela rural, donde a veces se dificultaba el transporte, pero siempre se lograba el objetivo en esa escuela.
Luego, desde diez años, vine a trabajar para acá, para el pueblo, en la escuelita Rosendo Arteaga, ahí me destaqué también con reconocimientos y unidades artísticas en las que tuve mucho impacto en el municipio y hasta en la provincia, como bien se dice. De ahí pasé como vicepresidenta de la brigada. Se hace un poco complejo lo que es el trabajo con los niños porque atender la brigada, trabajar en cultura y entonces trabajar en una escuela es un poco complicado.
La gente piensa que ser instructora de arte es un poco fácil, pero bueno, cuando lo vives propio, tienes esas vivencias, es un poco complicado porque tienes que atender muchos niños, tienes que atender la brigada como tal y tienes que también pertenecer a la cultura, que es donde nos atienden principalmente. De ahí me mueven para acá, donde estoy ahora, atendiendo la brigada José Martí en el municipio y asesorando los instructores de arte y bueno, también lo que es la educación artística.
¿Cuáles fueron las principales motivaciones que te llevaron a escoger esta profesión?
Principalmente me motivó el arte, me gusta el arte, se siente el arte, se huele el arte, se puede tocar el arte y eso es una de las motivaciones que me motivaron a ser instructora de arte, a enseñar el arte porque no se puede solamente quedar estático en un lugar, el arte hay que difundirlo y hacer que otras personas cumplan el logro, el objetivo que yo cumplí anteriormente.
¿Dónde te desarrollas como artista?
Me desarrollo como artista en cualquier lugar, en cualquier momento, en cualquier circunstancia. La persona no puede dejar de ser artista porque esté ocupando un cargo en sí, al contrario, siempre tiene que llevar el arte a cualquier momento, en cualquier circunstancia, tiene que desempeñarse como artista. Pero bueno, uno de los principales lugares que me desempeño como artista es pintando en mi casa, pintando en lo que es la galería y en algún evento que se haga para reconocer mi obra como tal.
¿Tienes algún proyecto preparado actualmente?
Sí, tengo proyectos de exposiciones, exposiciones personales donde quiero que sea un impacto en mi municipio y bueno, sería bueno también en la provincia.
¿Qué significado tiene para ti ser instructora de arte?
Para mí ser instructora de arte significa bastante. Estoy profundamente agradecida y apasionada de esta profesión, principalmente por llevar el arte a los niños que conozcan lo que es el folklore y las tradiciones en nuestro país y hasta del mundo, porque no, el arte es universal. Y cada clase, cada encuentro que un instructor de arte va hablando de forma general que tiene con un niño, eso lo disfruta. Muchos instructores de arte de nuestra brigada, no sé si le sucede a otros municipios, quizás a otros, dan sus clases y dan sus unidades artísticas porque les gusta.
Hay momentos que no tienen ni que trabajar y ahí están dando su paso al frente, porque es que les gusta ser instructor de arte.Es una profesión que no es solamente ser artista, es ser maestro, es ser profesor y es ser educador, y educador del arte, que no es una materia cualquiera. Es una asignatura que es bella.
¿Principales perspectivas para el futuro?
Seguir abarcando lo que es las unidades artísticas del municipio para que nuestro municipio de una forma u otra, como no tenemos artistas profesionales en sí, pero contamos con lo que es la brigada José Martí, seguir promoviendo el arte, las artes visuales, la música, la danza, seguir promoviéndola.
¿Mensaje para aquellos estudiantes o aspirantes a estudiar esta profesión?
Que no se arrepientan en ningún momento de la carrera, que no le teman, que hablen con sus padres si lo desean. De hecho, la carrera está abierta. Ya se había cerrado, pero se abrió nuevamente, está en las Tunas la Escuela de Instructores de Arte, Hasta ahora solo es danza y música, pero según las necesidades del municipio van a abrir las otras especialidades. Que lo disfruten, porque es una de las oportunidades que tenemos nosotros para cumplir nuestros sueños, nuestros objetivos, y si los padres se niegan, que conversen con ellos, porque es una bella carrera.
Inestables principales indicadores económicos de Jobabo
Jobabo.- El reflejo de los datos económicos productovos evidencia notables problemas en Jobabo al cierre del primer trimestre del año, desde entudades con bajos resultados reiterativos hasta problemas con el flujo de estadísticas que limitan el poder analizar con exactitud los resultados y proyecciones.
De 41 proyectos productivos planificados, 27 no se cumplieron, lo que representa un alarmante 66% de incumplimiento, incluyendo tres de importancia estatal. La escasez de materias primas, combustibles y los frecuentes cortes de energía aparecen como las principales causas de este retroceso productivo.
En el sector agrícola, mientras la yuca y el boniato alcanzaron sus metas, el plátano registró un preocupante déficit del 10.5%, dejando de producir 6.4 toneladas.
Las exportaciones muestran un panorama aún más crítico: el carbón vegetal apenas alcanzó el 3.8% de lo planificado, con solo 28.9 toneladas producidas de las 752.36 previstas.
La mina de oro ni siquiera presentó su plan de producción, y aunque la exportación de chatarra sobrecumplió en un 5.2%, persiste la falta de información clave al igual que los datos de comercialización de miel.
Las finanzas empresariales pintan un cuadro complejo. El territorio esperaba generar 4 millones de pesos en utilidades, pero apenas logró 719 mil pesos, perdiendo así 3.3 millones.
De 20 entidades evaluadas, la situación es heterogénea: tres cerraron con pérdidas (Alimenticia, Mantenimiento Constructivo y Transporte de Cargas y Pasajeros), cinco no presentaron información, nueve obtuvieron utilidades pero por debajo de lo planificado, y solo Correo y Tabaco superaron las expectativas.
Las causas de las pérdidas son reveladoras. La empresa Alimenticia acumuló 287 mil pesos en números rojos debido al aumento de precios y la falta de combustible para el transporte de materias primas. Mantenimiento Constructivo perdió 94 mil pesos por carencia de materiales básicos como cemento y acero, además de tener que asumir pagos a trabajadores sin actividad. El Transporte de Cargas y Pasajeros, por su parte, registró pérdidas por 147 mil pesos debido principalmente a la falta de repuestos y combustible, lo que redujo sus ventas en 282 mil pesos.
El sector comercial presenta luces y sombras. Aunque la actividad gastronómica creció un 117.8% y los productos no alimenticios alcanzaron un 147.6% de cumplimiento, el sistema comercial en su conjunto incumplió en un 31.3%, dejando de recaudar 10.2 millones de pesos.
La canasta familiar normada fue la más afectada, con un 27.6% de incumplimiento, especialmente en productos básicos como arroz, granos, azúcar y café. Nueve de las catorce Unidades Empresariales de Base comerciales cerraron en rojo, con casos particularmente graves como José Santiago Ercilla (-67.8%) y Roberto Reyes (-68.7%).
Este diagnóstico evidencia problemas estructurales que requieren atención inmediata: la falta crónica de insumos, un sistema de transporte colapsado y el bajo rendimiento exportador están limitando severamente el desarrollo económico local.
Mientras algunos sectores muestran capacidad de sobreponerse a las carencias, la mayoría no hace lo suficiente para adaptarse y cumplir sus metas básicas.
Las autoridades enfrentan el reto de implementar medidas urgentes que reactiven la producción y el comercio, fundamentales para el bienestar de la población, y la recaudación presupuestaria que es la que financia los principales programas sociales.