La ministra comentó que se aprobaron determinados ajustes, “porque no es que los precios tuvieran una base de cálculo errada, sino que hubo que ajustar, a partir de que ese proveedor del servicio tuvo que ir también a buscar indicadores de eficiencia, ajustar gastos o costos contra otras producciones o servicios y también tuvo que intervenir, una vez más, el presupuesto del Estado con un incremento de su subsidio temporal”.
En cuanto al arroz, puntualizó, se hizo un ajuste importante de la tarifa (4,8 el crecimiento) de abasto de agua para el riego en la cosecha, de 126 pesos del millar de m3 pasa a 86 pesos, en tanto se hizo una reducción de los servicios de siembra y fumigación aérea, en más 3 000 pesos la hora productiva y se llevó a 14 000 la improductiva.
También las modificaciones incluyeron los servicios de las empresas agroindustriales, que son las que tienen el vínculo con los productores. “Estos reajustes deben quedar ahora materializados a través de los contratos con las formas productivas en más 3 000 pesos por hectáreas”.
“Teniendo en cuenta que la producción de arroz es priorizada en la entrega e insumos y paquetes tecnológicos, porque es una de las producciones que más sustituye importaciones en función del consumo social y de la población, aún así tuvimos que incrementar la entrega del subsidio temporal para que se le pague un poco más al productor cuando entrega el arroz consumo, a partir de cosechar el arroz cáscara húmedo y desde este se produce un incremento de 389 pesos más por la tonelada del arroz cáscara húmedo, que equivale entonces a 780 pesos la tonelada de arroz consumo”.
La ministra informó que esto demanda del presupuesto 220 000 000 de pesos, que “tendrá que otorgarse a partir de una ejecución real de esas producciones y de los principios de redistribución presupuestarias, así como del uso y manejo adecuado de las reservas y ahorros en otras partidas”.
Bolaños Weiss señaló que también se analizó la situación con la producción de cerdo, en cuanto a la preocupación debido a los elevados precios de los piensos importados y nacionales.
La decisión, informó, fue disminuir en alrededor de un 60% el precio de venta del pienso nacional, que a los efectos de la fábrica de pienso, equivale solo a crecer en la producción y venta a productores en 1,5 veces aproximadamente. “Por tanto, se ha tenido que hacer un reajuste que tribute a los resultados económicos-financieros de esa fábrica”.
En el caso de la leche, la ministra precisó que en la norma jurídica se establece que un litro se pague hasta 7,50 pesos, con anterioridad era entre 4,50 y hasta 5 pesos.
Explicó que la leche tiene calidades, que son chequeadas por la industria cuando va a contratar las producciones a un precio, en un rango de 6,80 a 7,50, pero independientemente de ese precio de 7,50, están contenidos por litros de leche 15 centavos por el enfriamiento.
“Los productores deben saber que dentro del precio de hasta 7,50, la industria cuando acopia la leche pagará 15 centavos por ese enfriamiento y si por determinada situación no puede recoger esa leche y ya lleva más horas de enfriamiento o se dan dificultades, entre las partes tienen que financiar cómo financiar lo perdido, porque constituye un gasto energético que tiene la forma productiva”.
En cuanto al acarreo de leche, detalló que es un precio por litro de leche que es prácticamente similar al precio internacional. “Estamos hablando de 3 500 dólares la tonelada de leche en polvo y cuando esa tonelada la convertimos en un litro de leche estamos hablando de alrededor de 0,30 centavos, prácticamente igual que cuando hace la conversión entre 7,50 entre 24 pesos”.
La decisión, argumentó, fue diferenciar del precio del acopio de la leche, el pago por el acarreo, e informó que, por el acarreo de hasta 6 km, el acopiador va a pagar 30 centavos. “Se debe diferenciar así porque no siempre el que acarrea la leche es el productor, eso sucede en los productores individuales, lo cual demanda también una financiación por ese concepto de acarreo”.
En el caso de la malanga, plátano y boniato se determinó descentralizar los precios de acopio, dígase los de compra al productor, y solo dejarlos centralizados para el acopio con destino al consumo social, al sistema de atención a la familia y a la dieta médica.
La titular comentó que hasta ahora se ha entendido esta medida, en tanto en la base se hacen correcciones, con la posibilidad de que los gobiernos apliquen bonificaciones impositivas.
De acuerdo con la ministra, en el caso de la guayaba, mango, fruta bomba y tomate se rebaja el precio de acopio centralizado para lograr mejores precios de entrada de estas frutas a la industria, “manteniendo su concertación de precios para otros consumos”.
La calabaza queda descentralizada totalmente para todos los consumos, tanto las empresas de acopio como las agropecuarias, mientras los gobiernos podrán establecer precios concertados para esta vianda.
Casi al finalizar la Mesa Redonda, Murillo Jorge explicó que las decisiones tomadas en cuanto al precio del arroz, que lleva un financiamiento de 220 000 000, los piensos porcinos (1600 000 000) y el acarreo (100 000 000), totalizan 1 920 000 000 pesos. “Es justo y ahora debe verse cómo se organizará”.
“Hay creados tres grupos de trabajos que salen a las provincias a discutir las decisiones tomadas con las bases productivas. Esto permitirá que se den las explicaciones oportunas”, aseguró y dijo que en la propuesta de descentralización se aplicará el mecanismo de “precios duales”, o sea, de distintos precios según el mercado.
“Tiene que haber una estricta disciplina y se tendrá que cumplir. Esto es un compromiso social de las fuerzas productivas”, concluyó.