Caracas, 10 jul (Prensa Latina) Una tensa calma reina hoy en el suroeste de la capital venezolana, luego de los enfrentamientos armados de los últimos días entre bandas criminales y las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con el parte emitido la madrugada de este sábado, las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) lograron el control total de la cota 905, franja densamente poblada de Caracas, centro de operaciones de los criminales Garbis Ochos, alias Galvis, Carlos Revete (Coqui) y Carlos Calderón (Vampi), aún buscados.
Los reportes oficiales y las imágenes que circulan en las redes sociales muestran el momento en que la Policía Nacional Bolivariana llega hasta las viviendas de los líderes y miembros de las bandas, donde se incautó un gran arsenal de material bélico, entre armas y municiones.
En las parroquias La Vega, Santa Rosalía, El Paraíso, San Juan y El Valle, aún se mantiene el operativo y el tránsito está restringido, mientras se busca a los cabecillas por quienes se ofrece hasta medio millón de dólares por su ubicación.
Varias operaciones permitieron entre la noche y la madrugada capturar a algunos miembros de las bandas y recuperar a los rehenes.
Por otro lado, la ministra del Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, informó que las operaciones continuarán durante el tiempo que sea necesario para liberar la totalidad de los territorios secuestrados por las bandas delincuenciales.
La alta funcionaria denunció que la extrema derecha venezolana está detrás de estas acciones, intensificadas el pasado miércoles en medio de una visita de una comisión exploratoria de la Unión Europea para evaluar la preparación de las elecciones del 21 de noviembre próximo.
Analistas y expertos aseguran que esas operaciones terroristas en Caracas son resultado de una estrategia de guerra irregular urbana con acciones paramilitares en ascenso, para desestabilizar al país.
La pasada semana el presidente Nicolás Maduro denunció la existencia de nuevos planes violentos contra el Estado venezolano articulados desde Washington, al referir informes de ‘fuentes confiables de información’.
Según el mandatario y otros miembros del Ejecutivo, las recientes visitas a Colombia del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Craig Faller, y del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), William Burns, responde a un plan para atentar contra la vida de integrantes del alto mando político militar de la nación sudamericana.
