Tras desconocer advertencias de Rusia de que respondería a cualquier involucramiento de otras naciones europeas en la crisis, el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, dijo que Washington estudia enviar aviones de combate a Polonia si esta nación entrega naves de guerra a Ucrania.
Citado por la publicación en internet Military Times, Blinken habló de la posibilidad de enviar dichos aparatos a Varsovia, en caso que las autoridades polacas decidan suministrar a Ucrania aviones de ese tipo de la era soviética.
Esas declaraciones se produjeron luego que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, pidiera más aviones -especialmente los que pueden volar sus pilotos- y una zona de exclusión aérea.
Blinken hizo sus comentarios durante una parada por Europa para tranquilizar a sus aliados sobre el apoyo de Estados Unidos tras la operación militar rusa en Ucrania, de acuerdo con el diario Wall Street Journal.
No obstante, la víspera los planes estadounidenses encontraron un escollo cuando la oficina del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, desestimó las informaciones que apuntaban a un acuerdo para proporcionar a Ucrania aviones de combate, según el propio medio, y las calificó de noticias falsas.
Polonia vuela con aviones de combate MiG-29 que fueron producidos por la Unión Soviética a finales de la década de 1970, junto con las naves F-16 estadounidenses de la Lockheed Martin Corp, mencionaron informes citados por Military Times.
La publicación, que sirve a la comunidad de defensa estadounidense y a sectores industriales, señaló que el acuerdo implicaría que Polonia donara sus viejos cazas MiG rusos a Ucrania y adquiriera F-16 norteamericanos para reemplazarlos.
«Estamos trabajando con los polacos en este asunto y consultando con el resto de nuestros aliados de la OTAN», dijo un portavoz de la Casa Blanca a la NBC.
«También estamos trabajando en las capacidades que podríamos proporcionar para suplir a Polonia si decidiera transferir aviones a Ucrania», agregó.
Las gestiones de enviar armas y otros pertrechos a grupos nacionalistas y neonazis en Ucrania ocurren en momentos en que el Congreso de Estados Unidos labora en un paquete de 10 mil millones de dólares de “ayuda militar y humanitaria”, que favorecerá a los mercaderes del complejo militar industrial.
