Como parte de la celebración del aniversario 29 de la visita de líder de la Revolución cubana Fidel Castro a Jobabo, la Empresa de Recuperación de Materias Primas (ERMP), realizó la actividad Reciclo en Mi Barrio.
La actividad tuvo lugar en el Consejo Popular dos y tres Urbano Este que integra las Argentina, con amplia connotación entre los habitantes que se les dio la oportunidad de vender material reciclable sin necesidad de acudir a la casa de compra. Así lo informó el director de la empresa Edgar Luís López Velázquez.
El que agregó, que entre los principales productos comprados figura 8 kg de aluminio laminado, 112 de latas, 5 de cobre, e igual cifra de bronce, 2500 kg de chatarra de acero, 336 acumulador con contenido de plomo y cables. Además, se adquirió 54 botellas de ron nacional, 27 de vino, 25 de malta y 29 frascos para el Centro de Producción de Medicina Natural y Tradicional.
De igual manera se reconoce el aporte de los trabajadores de la Empresa de Telecomunicaciones ETECSA, la Base de Transporte Escolares y la Mayorista quienes se les convocó y contribuyeron a mejorar la gestión económica de la Empresa de Recuperación de Materias Primas en el municipio.
Reciclo en Mi Barrio iniciativa de la Empresa de Recuperación de Materias Primas (ERMP), como parte de la celebración del aniversario 29 de la visita de líder de la Revolución cubana Fidel Castro a Jobabo.
Los principales problemas relacionados con la producción y comercialización de alimentos, desde una perspectiva política, fueron analizados ayer en Jobabo durante el Pleno Ordinario del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba.
El encuentro, realizado en las instalaciones del polo Melanio Ortiz, centró su debate en el papel de la militancia y la dirigencia partidista para impulsar una gestión agropecuaria más eficiente, en un ambiente que rompió con la dinámica habitual de este tipo de reuniones.
El debate, abarcador y preciso, surgió luego de un trabajo productivo en una de las áreas de desarrollo, donde los participantes reconocieron los avances del enclave agrícola jobabense en el último año.
Destacaron, además, la respuesta decidida de los trabajadores de diversos sectores en labores de limpieza y siembra intensiva. Sin embargo, se enfatizó que aún queda mucho por hacer, especialmente en el caso de la empresa agroindustrial, cuya incidencia en la producción municipal sigue siendo limitada frente al mayor aporte del sector cooperativo y campesino.
Desde el ámbito empresarial, se asumió el compromiso de culminar a corto plazo la recuperación de otra parte del polo Melanio Ortiz y ejecutar un programa intensivo en las zonas ganaderas para rescatar la producción de leche y carne en vaquerías estatales.
YMRC
Para ello, se abordaron desafíos como la mejora genética del ganado, la necesidad de financiamiento, proyectos de recuperación y la captación de personal especializado, actualmente escaso en el área pecuaria de la entidad.
En cuanto al sector cooperativo, se insistió en el rol de las juntas directivas en la planificación, contratación y control de las producciones, así como en la supervisión partidista de estos procesos.
Aunque se reconocieron los avances de unidades como la CCS Antonio Fernández y la CPA Nicaragua Libre, se criticó con firmeza el descontrol que afecta a la mayoría de las cooperativas, lo que provoca discrepancias entre lo producido en el campo y lo que finalmente llega a la mesa de los jobabenses.
Los acuerdos del pleno se enfocaron en fortalecer la organización institucional para dinamizar la agricultura y garantizar una comercialización estable. Entre las prioridades figuran mejorar la gestión empresarial, optimizar los recursos y asegurar una mayor transparencia en los procesos productivos, con el objetivo de elevar la disponibilidad de alimentos en el municipio.
Santo Domingo, 29 mar (Prensa Latina) El presidente dominicano, Luis Abinader, encabezará este domingo en la ciudad de Santiago el desfile cívico-militar en conmemoración del 181 aniversario de la Batalla del 30 de marzo, informaron hoy fuentes oficiales.
A partir de las 11:00, hora local, estudiantes, policías y militares desfilarán por la Avenida Las Carreras, en ese territorio norcentral.
Este acto se celebra cada año en honor a los héroes que lucharon para consolidar la independencia nacional, lograda el 27 de febrero de 1844.
Fue la segunda batalla posterior a la Guerra de la Independencia Dominicana y se libró el 30 de marzo de 1844.
Tropas dominicanas encabezadas por el general José María Imbert derrotaron a un ejército superior en número de tropas de Haití encabezado por el general Jean-Louis Pierrot.
Este hecho elevó la moral de los dominicanos por la victoria lograda frente al invasor y logró detener el avance de las tropas de la vecina nación hacia la capital.
En las comunidades rurales de Jobabo, un grupo de mujeres desafía no solo las duras condiciones del trabajo con carbón, sino también normas patriarcales que históricamente han limitado sus oportunidades. Keyla Estévez, del Centro de Estudios sobre Juventud (CESJ), explica que el proyecto busca crear un entorno favorable para transformar estas dinámicas: “No se trata solo de mejorar sus ingresos, sino de cambiar las estructuras que las mantienen en roles subordinados”. Esta iniciativa, que promueve equidad de género y derechos de las mujeres, reconoce que su empoderamiento económico debe ir acompañado de un cambio cultural.
El objetivo central es claro: fortalecer la autonomía económica y corporal de mujeres adolescentes y jóvenes rurales, muchas de ellas madres precoces atrapadas en labores de cuidado sin acceso a empleos formales. “La dependencia económica las coloca en situaciones de vulnerabilidad, limitando su desarrollo personal y profesional”, señala Lisandra Esquibel, del Fondo de Población de la ONU en Cuba. El proyecto, con una duración de dos años, no solo ofrece herramientas para generar ingresos, sino también educación en derechos sexuales y prevención de violencias de género.
De la Caña de Azúcar al Carbón: Una Transición Forzada
El cierre de los ingenios azucareros en Jobabo a principios de los años 2000 dejó a muchas familias sin sustento. Entre ellas, las de Marleidis Álvarez, de 48 años y 20 en el oficio del carbón, quien recuerda: “Antes vivíamos de la caña, pero cuando eso se acabó, el carbón nos salvó”. Como ella, muchas mujeres encontraron en este trabajo una forma de sobrevivir, aunque fuera en la informalidad.
María Díaz Gutiérrez, de 72 años y 22 en el negocio del carbón, explica cómo el cambio fue duro: “En el 2001, la empresa ganadera compró tierras y la caña desapareció. Para el 2004, ya estábamos quemando leña”. Lo que empezó como una alternativa se convirtió en un modo de vida, transmitido de generación en generación.
Julia Consuegra, de 61 años, destaca que la técnica del carbón no era nueva en la región, pero sí marginal. “Siempre hubo carboneros, pero eran hombres. Nosotras tuvimos que aprender rápido cuando el hambre llamó”, dice. Hoy, su conocimiento es tan profundo que hasta los más viejos del pueblo las respetan.
Gladis Consuegra, de 52 años, relata cómo el oficio las empoderó: “Al principio solo ayudaba a mi esposo, pero cuando él se fue, tuve que hacerlo todo: picar leña, armar hornos, vender”. Su hija, Olga Blanco, de 23 años, creció viendo este esfuerzo. “Mi mamá se levantaba a las 4 de la mañana. Yo quiero que la gente sepa lo que cuesta este trabajo”, afirma.
A diferencia de la caña, que era un cultivo organizado, el carbón las enfrentó a la precariedad. ” no hay horario, y el pago depende del comprador”, lamenta Marleidis. Sin embargo, ninguna se rinde. “Esto nos da independencia. Nadie nos regala nada”, recalca María Díaz.
Hoy, estas mujeres no solo producen carbón, sino que preservan un saber único. “Nosotras no tapamos los hornos con cualquier cosa, usamos la paja del hongo para no dañar la tierra”, explica Julia. Una técnica ecológica que contrasta con la imagen negativa que muchos tienen de su labor.
Pero falta reconocimiento. “Que no nos vean como pobres carboneras, sino como trabajadoras”, exige Gladis. Su lucha no es solo por sustento, sino por dignidad.
El Arte Invisible de las Carboneras
Armar un horno perfecto es una ciencia. Marleidis Álvarez, experta en su construcción, detalla: “La leña debe estar bien picada y ordenada de menor a mayor. Si no, el horno se cae o el carbón sale malo”. Sus hornos, algunos de hasta 60 sacos, son famosos en la zona. “Hasta Ricardito, que hace los más grandes, me pide consejos”, dice con orgullo.
La vigilancia del horno es clave. “Si lo enciendo de mañana, debo revisarlo al mediodía y tarde. A veces, entre la casa y el fuego, no descansas”, confiesa Marleidis. Olga, la más joven, añade: “Mi mamá pasaba noches enteras cuidando el horno. Si se descuida, se pierde todo”.
Julia Consuegra explica otro secreto: “No usamos hierbas dañinas para tapar. La misma paja del hongo sirve”. Una técnica ancestral que protege el suelo. “La gente cree que el carbón contamina, pero nosotras lo hacemos con cuidado”, insiste.
Aún así, el trabajo es duro y mal pagado. Julia relata: “Picar leña con hacha, cargar sacos… Los hombres se sorprenden de que aguantemos”. Pero ellas siguen, porque el carbón las ha hecho libres. “No dependo de un patrón. Si trabajo, como”, dice María Díaz.
El futuro es incierto. Olga, aunque valora el esfuerzo de su madre, duda en seguir. “Si esto diera más seguridad, quizá sí. Pero hoy los jóvenes buscan otras cosas”. Gladis lo entiende: “Por eso queremos que se reconozca nuestro trabajo. Si no, se perderá”.
Su mayor deseo es que las vean como lo que son: maestras de un oficio noble. “No somos solo mujeres pobres haciendo carbón. Somos trabajadoras, artistas del fuego”, afirma Marleidis.
Y así, entre el humo y la leña, siguen encendiendo no solo hornos, sino una llama de resistencia que merece ser vista.
Desde el proyecto: Empoderar
Liderado por el CESJ, el programa cuenta con una red de aliados clave, desde el CENESEX y la Federación de Mujeres Cubanas hasta gobiernos locales y universidades. Esta articulación multiactor refleja la complejidad del desafío: “No basta con capacitarlas en técnicas productivas; necesitamos que las familias y comunidades las reconozcan como agentes de cambio”, destaca Estévez. Incluso el Grupo Empresarial Flora y Fauna participa, vinculando a las carboneras con cadenas de valor más justas.
Con el respaldo del UNFPA, la iniciativa se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente con la meta de igualdad de género. “El carbón artesanal es solo la punta del iceberg. Queremos que estas mujeres sean vistas como emprendedoras, no como pobres marginadas”, añade Esquibel. El proyecto documentará sus historias —como las de Marleidis, Gladis y Olga— para visibilizar cómo el trabajo no reconocido sostiene economías locales.
Más allá de lo económico, “Carboneras” impulsa un modelo de masculinidades no violentas y corresponsabilidad familiar. “Si los hombres asumen tareas domésticas, estas mujeres tendrán tiempo para formarse o liderar negocios”, subraya Estévez. Talleres con jóvenes buscan romper ciclos intergeneracionales de desigualdad, mientras las propias carboneras se convierten en mentoras.
El proyecto promete no solo mejorar hornos de leña, sino encender una chispa de transformación. “Soñamos con que estas mujeres decidan sobre sus cuerpos, sus ingresos y sus vidas, en comunidades que las valoren”, concluye Esquibel. El camino es largo, pero el carbón que hoy ennegrece sus manos podría iluminar un futuro más justo.
Jobabo.- El Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), realizó una visita a Jobabo, donde su primera parada fue el emblemático barrio Batey II.
Este lugar ha sobresalido históricamente por su intensa actividad comunitaria, impulsada por los CDR y el resto de las organizaciones de masas. Durante el recorrido, Hernández Nordelo reconoció el trabajo colectivo y el espíritu revolucionario que caracterizan a sus habitantes.
El intercambio con el grupo de trabajo comunitario, y en especial con la exdiputada Luzmarda Arrieta Hechavarría, marcó un momento significativo al recordar la lucha en Jobabo por la liberación de los Cinco Héroes cubanos.
El museo comunitario Rosendo Arteaga fue el escenario donde Hernández Nordelo conoció en detalle el quehacer cederista en la zona. Este espacio, dedicado a preservar la memoria histórica, sirvió para reafirmar el compromiso de la comunidad con los valores de la Revolución.
Gerardo Hernández, acompañado por Osbel Lorenzo Rodríguez, recién electo primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Las Tunas, rindió homenaje al mártir insigne de Jobabo, Rosendo Arteaga. Con una ofrenda floral en el monumento dedicado a su memoria, ambos líderes reafirmaron el legado de lucha y sacrificio que inspira a las nuevas generaciones de cubanos.
El recorrido incluyó el Politécnico Manifiesto de Montecristi, centro que fue galardonado con el Premio del Barrio qe otorgan los CDR.
Otorgan la Réplica deel Escudo de la Ciudad a Gerardo Hernández Nordelo
La presencia del Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, en el municipio de Jobabo, marcó un momento histórico para sus habitantes.
En un acto cargado de emotividad y reconocimiento, las autoridades locales le otorgaron la Réplica del Escudo de la Ciudad, la máxima distinción honorífica que concede la Asamblea Municipal del Poder Popular en este territorio.
Este gesto simboliza el profundo agradecimiento de Jobabo hacia quien ha dedicado su vida a la defensa de la patria y los valores revolucionarios.
La distinción refuerza los lazos entre el héroe cubano y esta tierra, reconociendo su ejemplo de resistencia y lealtad a la Revolución.