Como parte de las medidas adoptadas en Jobabo en aras de reducir el peligro inminente que desata el contagio con el virus SARS-CoV-2 causante de la Covid-19, fue el traslado del hogar materno para el local que funcionaba como la casa de abuelos Heriberto Cortés Iglesia al que se ha incorporado conductas preventivas a su quehacer diario.
Desde la ternura que demanda el trabajo con las gestantes y la misión de estos centros de salud, se implementan acciones para estos tiempos de contingencia sanitaria, que van desde la prohibición de visitas familiares, charlas educativas, el uso del nasobuco en todo momento y el distanciamiento físico.
Con una capacidad solo para nueve camas, la institución acoge a las embarazadas a partir de un criterio emitido por los médicos de la familia que pueden constituir complicaciones para las vidas que están por llegar, como el riesgo de presión arterial, embarazo de gemelares, peligro de parto pre termino, prematuridad, entre otros.
Para el personal médico, encabezado por la doctora Yanelis Cervantes, como para el resto del colectivo de trabajadores que complementa el fructífero desarrollo de la institución, lo más importante es garantizar la salud de las embarazadas y las del futuro bebé.








