La necesidad de promover acciones que incentiven a la población masculina a aprender a ser menos agresiva y fortalecer la educación colectiva con tolerancia y respeto a las individualidades, fueron, en esencia, las principales enseñanzas del Taller de la Plataforma Hombres Cubanos por la No violencia y la Equidad de Género, desarrollado entre el jueves y el viernes en Jobabo.
Debate, conferencias, audiovisuales y una sutil manera de abordar las temáticas para un grupo integrado por profesionales de diversas instituciones, cuyo rol es protagonizar cambios en el ambiente local con respecto a la visión que hay de las masculinidades y el equilibrio familiar, marcaron ambas jornadas.
Cuestiones como la cultura patriarcal, la violencia intrafamiliar, los patrones educativos desde edades tempranas, la influencia de criterios machistas, y la homofobia y lesbofobia, además de otros temas que influyen en el entorno familiar y las relaciones sociales, fueron abordados con profundidad y juicio crítico, sobre todo para tener elementos que impliquen cambios positivos en le actuar colectivo.
No faltó una mirada al alcoholismo y la drogadicción como agudizantes de un entorno violento, dentro y fuera de los hogares, la desigualdad en la distribución de los roles del hogar y la vida doméstica, la tendencia a ridiculizar a los hombres que manejan buenas prácticas en la convivencia familiar, y el derecho de las personas, reconocido jurídicamente, a decidir sexualmente su vida.
El objetivo estuvo en abordar de manera objetiva las diferentes causas de la violencia de género y la necesidad de lograr que el cambio de visión parta de la eliminación del machismo y la concientización de los hombres, con la influencia de la educación escolar y académica, institucional y jurídica, y el papel de los factores comunitarios.