Con fluctuaciones de un día para otro que alcanzan casi dos mil litros de leche y un acopio que no sobrepasa los 13 mil litros, Jobabo queda sin posibilidades de recuperar el atraso y cumplir el plan del 2020 y con ello su compromiso con la industria de casi cuatro millones y medio de litros.
La deuda asciende a más de 700 mil litros de leche, una cifra demasiado alta para recuperar, aun cuando se hace un esfuerzo para que las unidades con mayores potencialidades aporten un poco más de lo que han venido entregando hasta ahora.
Las causas del significativo bajón que ha dado este año la producción lechera en Jobabo, teniendo en cuenta la referencia de los últimos calendarios cuando se mantuvo entre los tres primeros aportadores de la provincia, se debe en gran medida al escaso control que hay en las cooperativas motivado por un mal planeamiento y contratación con los campesinos.
A este problema subjetivo se suman otras cuestiones que tienen que ver con el mal manejo del rebajo, la escasa alimentación en etapa de sequía, la falta de agua y un balance nutricional nocturno para las vacas en ordeño, y mal funcionamiento de los acarreos.
En controles recientes realizados a las diferentes unidades, directivos del sector agropecuario han detectado en Jobabo esas fluctuaciones de las tanto se discute en los círculos cerrados del quehacer pecuario, las cuales se atañen a los viales en mal estado, la ineficiente supervisión de los acopios en los termos fríos, y la falta de condiciones en las vaquerías para evitar que en días de lluvia el rendimiento sea menor.
Un problema que salió a la luz recientemente es que, de más mil 600 tenedores de ganado, solamente 854 tienen contrato con sus bases productivas para la entrega de leche, lo que supone una fuga considerable de este alimento.
Soi ganadero desde que naci y es cierto q estamo acostumbrados a no sembrar comida y ni dar agua por la noche a las vacas de ordeño.