Benito Martínez Olivera está a punto de cumplir los 99 años, por acá la gente lo recuerda de su etapa de cochero de alquiler, muy carismático y conversador atravesando las calles en su carruaje estilo colonial con una sonrisa siempre en los labios… hace unos cuantos años Benito no puede moverse mucho de su casa, tiene no pocos achaques de la edad y padecimientos que le hacen hoy vulnerable ante la COVID-19.
Pero, este jobabense casi centenario se cuida mucho y lo dice con satisfacción, porque no solo se trata nada más de una autoconciencia muy lúcida que pocos tienen a su edad, sino de una eficaz atención social que ha recibido por parte de instituciones locales y del grupo de trabajo de comunitario de su barrio encabezada por el Delegado de Circunscripción Jacinto Ramos Santoya.
«Yo de aquí no salgo a nada, me mantengo en el patio, el portal, me entretengo sembrando en mi conuquito (situado al fondo de la casa), y me lo hacen todo. Hay una muchacha que me pusieron que me atiende muy bien, me lava, me cocina, me limpia la casa, me trata con cariño y siempre está pendiente de que no me falte nada» expresa con orgullo.
Otro vecino, un poco más fuerte que Benito también ayuda en las labores de la casa y de esa manera se va entretejiendo un modo cooperado de asistencia social que evita que la mayoría de los ancianos de la circunscripción 34 de Jobabo anden en la calle.
«Yo le ayudo principalmente en el conuco y con el agua, le cargo el agua porque es uno de los problemas que tenemos en este barrio» dice Arturo Escalante quien alterna la atención a su madre, también longeva, con la ayuda que ofrece a Benito.
A diario del delegado o algún miembro del grupo de trabajo comunitario recorren las viviendas de ancianos, personas aisladas y familias con alguna de necesidad de atención, ello, aunque no satisface todas las necesidades que en materia de atención social requieren, sí contribuye notablemente en la prevención de la COVID-19, para que por lo menos los ancianos no tengan la necesidad de salir de sus casas.
Que bueno que aún vive el bueno, lo conozco desde que vivimos en Loreto y me alegra que también el tenga una persona que lo ayude porque ya quedan pocos para ayudar… Saludos
saludo a todos. Gracias por poner a benito y su linda historia. como el hay otros ancianos agradecidos. esa experiencia debiera ser la misma en todos los barrios. desgraciadamente no todos los delegados trabajan igual que jacinto ni son tan preocupados pero siempre en cada barrio ay ancianos bien atendido