Si la agricultura es prioridad también lo debe ser garantizar la sostenibilidad de un entorno productivo amigable con el medio ambiente a partir de la agroecología y métodos que contribuyan a gestionar mejor los cultivos sin excesos que propicien su degradación, destacaron especialistas locales al abordar la necesidad de explotar mejor los recursos que hay en las fincas para un correcto manejo agroecológico.
Aunque este enfoque ha sido principalmente impulsado por la ANAP a partir de programas que incluyen todas las cooperativas bajo su radio de acción, y proyectos ya concluidos como Apocoop y PIAL dieron un impulso notable en materia de capacitación y apoyo en recursos para emprender en tal sentido, en los últimos dos años ha venido creciendo el interés que se le presta a la agroecología desde las instancias municipales que rectoran el sistema de la agricultura en Jobabo.
En ello se han concentrado las principales propuestas de IRES, un proyecto que pretende transformar los entornos paisajísticos de los campos a partir de la reforestación y el intercalamiento de árboles frutales y maderables con cultivos varios y silvopastoreos, mientras que fortalece las oportunidades de preparación de actores claves en la producción desde un enfoque medioambientalista.
Igualmente, el financiamiento que aporta anualmente el ministerio de la agricultura para la restauración de suelos, con montos que sobrepasan los dos millones de pesos anuales constituyen una remuneración que estimula el quehacer de productores individuales y unidades cooperativas y estatales, viéndose en más de una veintena de casos, transformaciones sólidas en áreas donde la saturación de químicos y mal uso de los riegos afectaron durante muchos años la calidad y rendimiento de los cultivos.
Tanto directivos como especialistas del sector agropecuario han visto en ello no solo una oportunidad de transformación de los enfoques en que se gestiona la productividad, sino también en beneficios que van desde la sanidad vegetal hasta la reducción de gastos en productos e insumos que hoy no están al alcance de la mayor parte de los agricultores locales.