Jobabo.- Solo 17 nuevas hectáreas están previstas a incorporarse este año a la reforestación en la Unidad Empresarial de Base Forestal de Jobabo, la cual carece de los medios suficientes para recuperar el programa silvícola y aumentar las áreas boscosas con cifras que tengan mayor impacto en los indicadores locales.
Esta vez solo se pretende incluir las zonas de desarrollo de Ramírez y Loma Alta, y en ambas hacer un intensivo de siembra con cedro.
El principal problema que impide irse por encima de ese menguado plan, está en la poca disponibilidad de personal, pues desde principios del año pasado las brigadas quedaron reducidas a menos de un 20 %, siendo insuficiente cubrir la totalidad de las labores en las zonas de desarrollo.
Además, hay dos factores determinantes en esta etapa de plantaciones, que señala la directora de la Forestal en Jobabo, Paula González Hernández. Lo primero es el agua, pues en esos lugares donde se tienen los terrenos destinados a fomento de bosques, prácticamente no llueve, y lo segundo, es que carecen de los medios y recursos suficientes para limpiar las áreas de marabú, es decir, que la mayor parte del patrimonio forestal destinado a las plantaciones están cubiertos de la invasora.
Para esta campaña, de las 17 hectáreas en plan solo han podido dejar listas 10. Aunque se espera que con un poco de esfuerzo antes de que concluya la primavera sacudan de alguna manera esas restantes siete hectáreas y si las brigadas que les quedan no fallan, puedan llegarle a esa cifra.
2020 será un año malo en términos de reforestación, aun cuando los pocos trabajadores de esta entidad se esfuercen un cumplan esas reducidas 10 hectáreas de nuevas plantaciones en Ramírez y 7 en Loma Alta, cifras que representan menos de un 10 % de la cantidad de áreas de desarrollo forestal que se proponía la principal entidad silvícola local hace dos quinquenios.