Jobabo.- Este año Acopio comenzó a ajustar su demanda comercial a las bases productivas, reduciendo en casi un 50 % la cantidad a asimilar, es decir, de las más de 7 mil toneladas que exigía su contratación anteriormente, para este año solo se planeó comprar poco más de tres mil.
Ello no se debe precisamente a que haya un bajón productivo ni que la población y la industria hayan disminuido su consumo, sino que existe una nueva estrategia en la configuración comercial del sistema de la agricultura, que deja más oportunidades a las propias formas productivas para participar en la venta directa, explicaron directivos de la entidad.
Al mismo tiempo, ello viene en correspondencia con un fenómeno que ha reconfigurado la propia estrategia comercial de las cooperativas, las cuales después de la implementación del ordenamiento monetario en enero, prefieren la venta directa para obtener mejores ganancias, evitarle los constantes problemas con los intermediarios estatales y reducir las brechas a los impagos.
Y es que una de las principales limitaciones de Acopio está precisamente en las limitaciones financieras a nivel municipal, por ser una unidad empresarial de base sin plena autonomía y por depender completamente de las decisiones de los provinciales para saldar cuentas con los suministradores, lo que genera constantes atrasos en los compromisos.
Este problema ha sido un puntillazo clave en la decisión de las juntas directivas de las cooperativas jobabenses de exigir una mayor autonomía en la comercialización minorista, y establecer de esa manera otros vínculos que favorezcan sus arcas.
Uno de los objetivos es que Acopio, aunque no se despoja de sus responsabilidades de balancista y suministrador principal de productos del agro para el consumo social, de paso a que las cooperativas y otras formas productivas adquieran un mayor protagonismo en la venta directa, asumiendo traer a placitas y mercados, por lo menos, la mitad de lo que demanda la población jobabense.
Aunque hay experiencia en este sentido, todavía hay escepticismo en algunas cooperativas jobabenses, especialmente en las que la mayoría de sus asociados son ganaderos, por lo que se pide planear mejor los programas de siembra, evaluar las potencialidades reales en la parte agrícola e identificar productores de avanzada.