Maíz, sorgo, soja, yuca, ajonjolí y hasta de girasol se habla por estos días en las unidades productoras del sector agropecuario jobabense con el propósito de potenciar el encadenamiento necesario que satisfaga iniciativas de crianza porcina.
El propósito es recuperar los convenios que fueron decayendo desde 2020 ante la falta de piensos importados, insisten autoridades locales, quienes apuestan por apoyarse en la experiencia de casi una veintena de experimentados porcicultores y sacar por lo menos un módulo de reproducción en cada cooperativa.
El programa, que está acompañado también por el sistema de la agricultura, el Centro Universitario Municipal y el proyecto iniciativa agropecuaria local (PIAL) se enfoca en el aprovechamiento de cosechas que puedan ser convertidas en piensos de alto valor nutritivo y explotar más el empleo de las plantas forrajeras proteicas.
Evidentemente, estas propuestas llevan consigo una serie de capacitaciones, aseguran coordinadores del Proyecto PIAL, quienes al mismo tiempo proponen modelos de encadenamiento productivo dentro de las cooperativas que sostengan el potencial necesario para abastecer al menos entre dos y cinco cochiqueras por cada unidad agropecuaria.
Esta forma de gestión, en la que no se carga todo el peso de autoabastecimiento al dueño de los cerdos, tiene buena experiencia en la cooperativa de créditos y servicios Osvaldo Figeredo, donde se empleaban las cosechas de yuca de casi una decena de campesinos para abastecer a las cochiqueras, solo que ahora se pretende incorporar los cultivos que aporten más nutrientes y emulen con los piensos importados.
Hasta el momento, al menos se ha llegado a la mayoría de las unidades agropecuarias del municipio, sobre todo a las CSS y CPA, y se han comprometido en incorporarse con la ayuda de la UEB Porcina. Mientras que por otro lado se enfoca un programa similar en las UBPC pero más bien dirigido a la reproducción para sostener el resto de los convenios.
Significaron que todavía en este sentido no se puede hablar de resultados concretos más allá de los compromisos y de la buena experiencia que el centro reproductor de El 49 ha dejado en no pocos dirigentes de base de las cooperativas.