Reunión es el acto y el resultado de reunir, agrupar, asociar, aglutinar o acoplar. El uso más habitual del concepto está asociado al grupo de individuos que se junta, ya sea de manera espontánea u organizada, por algún supuesto motivo.
Créanme que no estoy en contra de las reuniones, algunas sirven para algo, otras, se hacen por gusto porque no resuelven absolutamente nada y constituyen una pérdida de tiempo para los convocados y por supuesto para los que la convocan y presiden.
Ya dije que no difiero de las reuniones, sino de ese reunionismo enfermizo que suele estar de moda como una epidemia que agota, lacera y trastorna a cualquier ser humano cuando se ve acorralado casi a diario en medio de un salón, a veces sin la ventilación requerida y chorreando sudor por doquier.
Precisamente sostengo que una reunión no debería extenderse más de una hora, porque, puesto que por muy interesante que sea, va perdiendo el interés del auditorio, y entonces es cuando viene el de atrás a sacarle conversación al de al lado o al de adelante, o sencillamente aparecen los caricaturistas que pasan un papelito con la figura del que está dormido o del que preside el encuentro.
Otros se ríen entre dientes como una especie de burla hacia el que dirige el encuentro o de alguien del plenario que usó de la palabra para exponer un criterio o una idea buena, regular o mala.
Hay que tratar de evitar las reuniones innecesarias, y más que eso, el síndrome del reunionismo empobrecido e incapaz de solucionar errores o deficiencias que no serán solubles ni con cien mil reuniones.
Para lograr reuniones eficaces se deben cumplir diversos requisitos, sin cuales cualquier reunión se convertiría en nada o no cumplirá los objetivos para los cuales fue convocada.
Una reunión eficaz es la que es capaz de evitar distracciones del auditorio, la que resulta breve y concisa, la que se planifica con anticipación y se trazan objetivos claros, la que se prepara bien con un propósito definido, la que involucra, la que genera empatía, es la que delega funciones y responsabilidades, es en la que se hacen anotación o un acta para dar seguimiento a lo acordado y adoptar medidas en caso de incumplimientos.
Entiendo que la mejor reunión que se hace en el lugar de los hechos, donde está el hombre dándolo todo para desarrollar la economía con pocos o ningún recurso, a veces con poca alimentación pero está ahí, sin vacilar, sin pedir, y resuelto a cumplir sus metas porque entiende que es ahí donde está el deber.
El escenario es otro, otras también tienen que ser las estrategias y los estilos del trabajo de los cuadros y de todos los que tienen responsabilidades importantes, sean políticas, de gobierno o administrativas. Atrás tienen que quedar los métodos arcaicos de hace más de sesenta años, y que en su momento jugaron su papel, ya no.
El socialismo es renovación constante, búsqueda de soluciones con lo poco que disponemos pero desde la fábrica, la escuela, la trinchera, el campo, nunca desde un teatro repleto de personas, ansiosas por salir y entregarse a sus faenas. Hay reuniones importantes y necesarias, otras no vale la pena ni convocarlas tan siquiera.