Las Tunas.- El autoabastecimiento en la producción de huevos es una añoranza que comienza a ver la luz al final del túnel. Con la finalidad de alcanzar una mayor producción y que cada vez sean menos los importados de otros territorios, se desarrolla un proceso inversionista para construir, en este año, otras cuatro naves avícolas en la granja José Mastrapa, ubicada en La Larga, municipio capital.
Durante el año 2019 dentro de las inversiones que ejecutó la Agricultura en este territorio la producción avícola se benefició con tres naves ubicadas en la unidad empresarial de base (UEB) José Mastrapa. Para este calendario el proceso de transformación en la empresa se amplía con otras cuatro edificaciones en dicha granja, las cuales, con el incremento de gallinas por locales, unidos a los resultados de otras granjas, garantizarán que de los 19 millones de huevos que anualmente se importan desde otros territorios, solo se traigan 11 millones.
Las expectativas del aumento de la producción de huevos crecen a la par de sus construcciones. Según informó a 26 Digital el doctor Lizandro Segura Meriño, director de la mencionada UEB, con la incorporación de estos tres enclaves, terminados en el 2019, las aves pueden producir en un año fiscal cerca de 3,8 millones de huevos más. En este, solo serán unos 2,9 millones, pues las ponedoras entrarán en explotación a partir del presente mes.
El 2020 también traerá a la “José Mastrapa” nuevos desafíos. Otro proceso inversionista se desarrolla aquí, esta vez con cuatro nuevos locales y así alcanzar una capacidad total de alrededor de 100 mil aves.
A tenor de ello, el directivo refirió que 30 mil animales en estos locales se sumarán a la capacidad de producción de este alimento, por lo que un total de cinco millones de huevos se obtendrán de ellas.
Las obras, techadas ya, tienen fecha de terminación civil para el mes de julio y al decir de su director, “ahora iniciarán con la fase tecnológica que depende en gran medida de las importaciones, pues en Cuba solo se construyen los comederos y los tanques de agua. Faltarían, además, los bebederos de tetinas, ideales para las aves y las jaulas, que en la mayoría de los casos se importa el alambre y se construyen en Holguín o en La Habana.
“Sobrecumplir los niveles de eficiencia es lo que resta a partir de la puesta en marcha de las inversiones -afirmó Segura Meriño-, pues si los índices se siguen comportando favorablemente mucho más se puede aportar para los sectores priorizados y la canasta básica”.
Si el proceso constructivo se mantiene a ritmos favorables, para el 2021 con los nuevos locales solo se trasladarán de otras regiones cinco millones y para el 2022 se debe autoabastecer el producto, cumpliendo la demanda que es de 70 millones al año.