Puerto Padre, Las Tunas.- A la altura que demanda el contexto cubano actual el centro integral porcino Santo Domingo, ubicado en el municipio de Puerto Padre y perteneciente a la unidad empresarial de base Tecnoazúcar Las Tunas, se encamina por revertir cada una de sus inversiones en un aprovechamiento al máximo de sus potencialidades.
Su colectivo conoce la prioridad que tienen en estos momentos y no desmayan en su quehacer con el firme propósito de contribuir a la producción de alimentos desde la sustitución de importaciones, todo ello, recuperando la inversión del inmueble a favor de la calidad de su gestión, en tanto su aporte fortalece el autoabastecimiento alimentario del sector azucarero.
En diálogo con 26 Digital, Anisleydis Partido, especialista de calidad en Tecnoazúcar, nos confirma las proyecciones del centro, pues “una vez implementado el Sistema de Gestión de la Calidad en los procesos de la UEB, este porcino realizó un diagnóstico, según el manual de crianza porcina y de bioseguridad y sus resultados hemos ido trabajando en las no conformidades para sus soluciones inmediatas.
“En ese sentido, el plan inversionista se ha perfilado hacia esas dificultades y se ejecutan labores para la construcción de un badén para la desinfección de los vehículos al entrar al centro, se construyen las lagunas de oxidación, trabajan en la cimentación de las fosas sépticas, los viales de transportación y ya está en etapa de terminación la nave de cuarentena”, explicó la especialista.
Este enclave, uno de los más grandes a nivel nacional dentro del sector Azcuba, cuenta con 32 trabajadores y teniendo una masa total porcina de cuatro mil 445 animales destinan sus producciones al balance nacional y el resto al autoconsumo del sector.
Con un sobrecumplimiento en los planes, afirma Ricardo Cruz Suárez, director del centro, “el plan de entrega mensual es de unas 19 toneladas y para este año se prevé casi duplicar las cifras del año anterior y alcanzar unas 400 toneladas de carne producción total, gracias a varias estrategias que incluye el incremento de las reproductoras, el completamiento de los especialistas, técnico y veterinarios, además de sistemas tecnológicos en la maternidad y la preceba, lo cual eleva el flujo productivo”.
Las más de 400 reproductoras y los 26 sementales con los que cuentan aportan aproximadamente unos seis mil 400 cerditos cada año, los cuales “llegan a la preceba con siete kilos, a la ceba con 21, y así hasta llegar al peso promedio para la comercialización que es de unos 85 kilogramos. En este centro está presente el ciclo completo de producción”, notificó Leandro Hechavarría Pupo, técnico veterinario.
Además del pienso de la industria que reciben en esta unidad elaboran nutrientes como comida alternativa con la utilización de yuca, miel y residuos de pescado a fin de contribuir a una alimentación más completa. “Respecto a ello -anuncia el técnico veterinario-, dentro de las perspectivas está el desarrollo acuícola en las distintas lagunas de oxidación de la entidad, lo cual cerrará ciclo también, pues serán utilizados los peces para la propia alimentación de los cerdos”.
Sin embargo, todas esas novedades por sí solas no garantizan el máximo desarrollo porcino en “Santo Domingo”, mucho incide en ello el interés y la abnegación de quienes allí laboran.
Tal es el caso de Roxana Peña Mederos, veterinaria del Área de Maternidad, quien opina que “la atención de los criadores es vital para el desarrollo de los recién nacidos, la salud de los animales no solo se garantiza por los medicamentos que les ponemos aquí, sino además, por nuestro cuidado y vigilancia que acompañado de mucha entrega hacen posible la supervivencia de los animalitos”.
A este criterio se une Celiano Romero, navero del local, quien plantea que el área siempre debe permanecer en buenas condiciones y limpia para que las crías se mantengan sin enfermedades. Nuestro trabajo es constante, por eso tenemos buenos resultados, los cuales acompañan los esfuerzos de la entidad al realizar las inversiones”.
Mucho queda todavía por hacer en materia de perfeccionamiento, pero los trabajadores de esta unidad cada día se esmeran y sienten como propia la necesidad del país de incrementar la producción de alimentos ratificando su valía.