La variación de la masa, uno de los indicadores más revisados del entorno pecuario, refleja que al ritmo que va disminuyendo la masa mensualmente, si mantienen esas cifras en promedio, al cierre de 2024, el rebaño total de Jobabo debe decrecer en más de 4000 reses.
Tales cifras se sustentan en datos oficiales ofrecidos por la oficina local del Centro Nacional de Control Pecuario (CENCOP), la cual rectora un amplio programa de monitoreo del ganado mayor y una investigación especial que comprende el chequeo al 100% de los tenedores de animales.
Aunque entre julio y agosto ha existido una ligera reducción de la mortalidad y los delitos contra la ganadería, que son dos de los factores que más afectan, Jobabo tuvo una alta incidencia en el primer semestre y tendría que bajar prácticamente a cero en los restantes meses de 2024 para cerrar el año por debajo de las estadísticas de decrecimiento del 2023, algo imposible según los especialistas.
Y es que en cuestiones de manejo el municipio no ha superado los obstáculos que están latentes desde años anteriores como son la seguridad de los entornos de crianza, la garantía de alimento animal y agua, y la sostenibilidad de un adecuado control que desde las bases productivas debe seguirse para atender a los propietarios de reses, precisaron en la última reunión con presidentes de cooperativas.
Al cierre de agosto los datos del ejercicio de inspección arrojaron 1979 ilegalidades en tenedores de tierra, 863 estaban relacionadas con la ganadería, casi la mitad, lo cual concluye con una alerta constante para el sector pecuario jobabense, no solo por la disminución del rebaño y lo que implica en el futuro de la economía y producción local, sino en la falta de cumplimiento de una estrategia de recuperación que año tras año se renueva con compromisos pendientes.
Al iniciar 2024 Jobabo contaba con un patrimonio pecuario de 26 mil 705 cabezas de bovinos, mientras que en el último parte de agosto se informaban solamente 23 mil 648.
En los 90 habían más de 50000 o 60000 cabezas de ganado en jobabo. En la costa se hacía recogida de ganado suelto que pastaba libre. Desde que comenzamos a estabularlo y dejarlo a decisión de los agropecuarios de cuello blanco se ha acabado todo
En Mejías el delito es agobiante mis hermanos no ayan que hacer con los buelles y nadie hase nada