Este martes, el presidente Miguel Díaz-Canel y el primer ministro Manuel Marrero encabezaron la reunión diaria para la prevención y control del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 donde se evaluó la respuesta de los territorios más afectados por la enfermedad, que acumula mil 437 contagios en el país caribeño.
El municipio especial Isla de la Juventud reporta la mayor tasa de incidencia por cada cien mil habitantes (46,54), seguido por las provincias de La Habana (28,34), Villa Clara (24,34), Ciego de Ávila (18,85), Matanzas (14,83) y Sancti Spíritus (13,10).
La situación epidemiológica en la Isla de la Juventud, con 39 casos confirmados, obligó a tomar acciones para garantizar la vitalidad de hospitales y centros de aislamiento, así como el control sistemático en diferentes instituciones sociales, precisó el intendente del territorio, Adiel Morera.
Las autoridades reconocieron el reto que representa incrementar la producción de alimentos y lograr una mejor distribución de ellos en el contexto actual.
En ese sentido, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, insistió en la necesidad de potenciar la siembra de cultivos de ciclo corto para el suministro de productos agropecuarios a la población desde puntos cercanos.
‘Necesitamos que ahí tengan un autoabastecimiento municipal que pueda dar respuesta a las cuestiones elementales que demanda la población’, subrayó Marrero.
De acuerdo con especialistas, el pico de contagios en la nación caribeña podría llegar a su máximo la semana venidera, antes de lo previsto por los primeros modelos matemáticos que lo fijaron a mediados de mayo.
El lunes, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) anunció 20 nuevos casos con la enfermedad, cifra más baja en las últimas jornadas, mientras que el martes el número aumentó a 48, sin embargo las altas médicas en ambas jornadas se situaron en 24 y 50 respectivamente.
El país anunció un plan de medidas para minimizar la expansión de la pandemia, con un enfoque multisectorial, revisadas a diario por las máximas autoridades con un constante llamado al distanciamiento y la autorresponsabilidad como únicas vías para frenar el contagio.
Sin embargo, tanto expertos como autoridades coinciden en que el verdadero éxito se corresponde con la disciplina y el aislamiento social.