Ayer por primera vez se vendió en Jobabo carne de res liberada luego de implementarse la resolución 139 que autoriza a los propietarios de ganado vacuno sacrificar sus animales (bajo determinados requisitos) para el consumo y la venta.
Los productores Armando Tamayo y José Cruz fueron los que rompieron el hielo a aquí con esta nueva oportunidad, el primero llevando uno de los ejemplares al Mercado Agropecuario Estatal y el segundo a la tienda de su barrio La Caridad.
Dos de los siete animales sacrificados, dos se vendieron a la población, ambos productores hicieron donaciones a centros asistenciales de la salud, Armando al Hogar de Ancianos y José al Hospital de Jobabo, mientras que el resto de la carne, que incluyó la de otro campesino, fueron para el consumo familiar.
Aunque se sabe que la cantidad llevada a la venta, por lo menos aquí en el pueblo, no suple la demanda local, sí representa un paso decisivo para la arrancada de un nuevo enfoque de comercialización que antes quedaba relegado prácticamente a la bolsa negra y escasos espacios del comercio estatal.
Para asegurar este programa, pues otros propietarios, de los que reúnen los requisitos para sacrificar animales este año, han manifestado que en dependencia de la cantidad de reses que puedan llevar al matadero también ofertarán directamente sus carnes a la población, se ha establecido un control máximo de precios para evitar costos excesivos.