El 5 de enero de 1959, a escasos días del triunfo revolucionario se constituyó la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), integrada en aquel entonces por miembros del Ejército Rebelde y de luchadores clandestinos, cuya primera misión fue garantizar la llegada Comandante en Jefe Fidel Castro a La Habana al mando de la Caravana de la Libertad.
Desde la fundación de la PNR hasta hoy en día ese órgano se fue perfeccionando, sus integrantes elevar su preparación hasta alcanzar muchos de ellos grados científicos que les permite mayor eficacia en el desempeño de sus misiones que se traducen en la protección ciudadana.
Hace sesenta y cuatro años nuestras gloriosas fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria germinaron estirpe mambisa, se agigantan como palmeras para irradiar firmeza, levantarse con puño de acero ante los que pretenden derribar nuestros muros de paz y de tranquilidad.
Las noches frías, las lluvias, las tempestades, los huracanes, no importan para entregar amor, pasión, valor, sacrificio y esfuerzos para vencer obstáculos, levantarse pese a las circunstancias y triunfar.
La policía es un cuerpo virtuoso, no solo en el desafío al enemigo interno, sino también en defensa de la Revolución con las armas en las manos, como lo hizo en Paya Girón, en la lucha contra bandidos en el Escambray y en el cumplimiento de misiones internacionalistas.
Por ello, al evocar hoy los aportes de los integrantes del prestigioso órgano del Ministerio del Interior, a la memoria vienen decenas de sus combatientes que con su sangre fertilizaron el camino por donde transitan sus compañeros de batalla, hacia un futuro mejor y contra de los que violan las leyes e intentan socavar el presente y el futuro de Cuba.