Los ajustes en la estrategia de comercialización agrícola, cuya bienvenida ha sido más que acogida con beneplácito por productores y pobladores, teniendo en cuenta que sí se ha visto un cambio positivo e inmediato en la disponibilidad de surtidos, y más que eso, en la variedad, apareciendo productos que antes eran prácticamente nulos en la red de Acopio, no puede apasionar demasiado a los que organizan el proceso y convertirlo en enjambres de puntos de venta sin el respaldo productivo que permita abastecerlos.
Y no se trata de los que se vienen estructurando en las comunidades rurales, especialmente a lo largo de la carretera, que sí cumplen una función específica necesaria y opcional, sino que hablamos de la zona urbana, donde abrir más establecimientos de este tipo sería totalmente incongruente cuando existen suficientes espacios hoy para este fin que prácticamente no tienen uso o que no se mantienen abiertos con estabilidad.
Para nadie es un secreto que la mayoría de las placitas, propuestas en arrendamiento a las cooperativas, no funcionan correctamente, por lo que sería más prudente, en vez de abrir otros puntos similares, darle el uso que estas requieren y si lo del arrendamiento no se ha materializado, pues buscar alternativas similares u otras que les devuelvan al menos la vitalidad de entes comerciales.
En todos los repartos de Jobabo al menos hay una placita, y en casi todas esas demarcaciones hay puntos particulares, existen otros pertenecientes a Granja Urbana, por lo tanto, la prioridad debiera estar enfocada en utilizarlos, en abastecerlos, no en abrir otros.
También está el mercado agropecuario La Tecas, con casillas de venta que solo se llenan los sábados, incluso cuando desde enero, con esas primeras incipientes aperturas comerciales en e sistema de la agricultura que posibilitan la venta directa, hay más concurrencia.
Si para mantener vendiendo diariamente unos 17 establecimientos comerciales vinculados a varias formas productivas del sector agropecuario hoy la producción que llega desde el campo es insuficiente, ¿Cuánto costaría zancajear los surcos para cubrir la demanda que tendrían otros puntos más aquí en la ciudad? ¿Será una necesidad imperiosa gastar recursos materiales en nuevos puntos cuando se pueden mejorar los ya existentes? ¿Están el combustible y los medios de transporte para asumir más áreas de venta?
A mi juicio, mientras siga existiendo una placita cerrada y casillas vacías en el mercado agropecuario estatal no es necesario incrementar puntos de venta, lo que hay es que abastecer los que hoy tenemos.
Coincido plenamente con usted. Lo q tienen q hacer es vender más mercancia