Hace un año y medio, desde que abrió en Jobabo la consulta para atender a pacientes con síntomas asociados a la COVID-19, la Doctora Blanca Margarita Labrada Velázquez, Especialista en Medicina General Integral con más de dos décadas de experiencia, cada tres días lleva las riendas de un proceso clave en la identificación de personas positivas a esta enfermedad. Ella, junto a otros médicos, enfermeras, laboratoristas, trabajadores de servicio… es una de las protagonistas de la primera línea de contacto directo con ese enemigo invisible del ser humano.
Más allá de una breve reseña de cómo funciona ese pequeño espacio por el que diariamente pasan cerca de 100 jobabenses, comenta algunos detalles del diarismo y del engranaje que mueven esos rostros anónimos envueltos en un ropaje grueso, con caretas o gafas especiales, sacudidos por un agotamiento acumulado de una guardia a la otra y afrontando, como ella misma expresa, esas imitaciones personales y profesionales a las cuales se sobreponen con ese típico carisma del cubano común.
Y sí, su misión es estar ahí, asegura con total tranquilidad y la convicción de que la ¨pelea¨ a la COVID-19 hay que darla en la prevención porque casi todos los que llegan ahí, con síntomas, tiene entonces que luchar por su vida.