Diez días con trajes de protección, careta, doble nosobuco y un esfuerzo físico agotado, bajando y subiendo escaleras, llevando bandejas, conociendo de cerca las historias personales de pacientes con COVID-19 dejaron una huella en Yaquelín Pérez Centeno, una huella de sensibilidad y humanismo, de autorresponsabilidad y de sentido de pertenencia, así lo describe la profesora jobabense que fue hace casi dos semanas a apoyar las labores en uno de los hospitales de campaña de Las Tunas.
No pocas vivencias en esos 10 días sacuden su memoria, las que contó a través de una llamada telefónica. Lo curioso es que ella, al igual otros compañeros, también dejó atrás una familia con problemas, en su caso una hija con bebé pequeño, y aún así, se enorgullece de haber podido contribuir en esa batalla por la vida.