Todas las unidades agropecuarias de Jobabo van a incorporarse a la producción de carbón vegetal en aras de aumentar los surtidos, satisfacer la demanda y reducir los costos de venta directa a la población, este fue el compromiso de los dirigentes locales del sector productivo como parte del movimiento político ¨Tarea de grandes¨.
Ello implica dar más protagonismo a las cooperativas y demás entidades vinculadas al sistema de la agricultura con el propósito de disminuir el intermedio comercial especulativo, la competencia por precios mayoristas que provocan alzas constantes, la fuga de las producciones hacia otros territorios sin el correspondiente beneficio económico al municipio, y eliminar brechas en la correspondencia precios-demanda.
“Tenemos que pensar en el pueblo. No se concibe que en el municipio mayor productor de carbón del país, con tantas áreas cubiertas de marabú, tengamos inestabilidad en la oferta y que el carbón que se venda tenga un precio tan elevado” significó Simón Noris, alegando que al igual que la producción de alimentos ello forma parte ahora del movimiento político “Tarea de Grandes” que impulsa la dirigencia en el territorio.
El compromiso impone un reto que va más allá de lo productivo, brindar empleo a los pobladores de comunidades rurales pues se necesita estructurar al menos una brigada por entidad, dotarles de las herramientas e insumos necesarios, buscar formas que remuneren con eficiencia a los trabajadores, y articular mejor el entorno comercial mayorista y minorista.
La alta demanda del leño en los últimos días debido a la compleja situación electroenergética del país, las posibilidades de reducir grandes extensiones de marabú explotando eficientemente las bondades comerciales de la planta invasora que ocupa casi la mitad de las tierras cultivables de este territorio, y lo que económicamente significaría para las unidades productivas sostienen el llamado que hizo el principal dirigente político de la provincia.
El compromiso está dado, unas 30 entidades de Jobabo están en condiciones de iniciar en breve la tala de marabú y comenzar a producir carbón vegetal tanto para el consumo local como para el mercado exterior, en ambos casos con una alta rentabilidad que favorecería en poco tiempo ingresos frescos a las formas productivas y sostenibilidad en mercado de un surtido de alta demanda a mejores precios que el que tiene actualmente.