Las Tunas.- La nueva política para la comercialización de productos agropecuarios constituye un beneficio tanto para los productores y los comercializadores como para los clientes, quienes ahora pueden adquirir varios alimentos a precios más asequibles.
Así se refleja por estos días en mercados, placitas y puntos de venta en esta ciudad de Las Tunas, donde hay buenos ejemplos, como es el caso del mercado 25, del reparto Aguilera, abastecido por la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Josué País.
Su administrador, Yorguis Carralero Pérez, explicó que reciben mercancías dos o tres veces a la semana y que, de manera general, la unidad está surtida.
“La distribución es buena, con ofertas variadas, lo que genera gran aceptación entre los usuarios. Además, respetamos el importe definido por la dirección de Finanzas y Precios.
“Los productos se mantienen estables y hay durante toda la semana, con calidad variable, en dependencia de cómo se les compren a los campesinos. No obstante, aquí se benefician para que salgan con mayor presencia para la población”.
En la calle Cucalambé, esquina a Julián Santana, la placita siempre está abierta, incluyendo los mediodías, para ofertar los abundantes productos cosechados en la CCS Omar Pérez Pérez, los que enriquecen la dieta de muchos tuneros.
El administrador, William Meléndez Corrochado, insistió en que la unidad permanece constantemente abastecida de frutas y hortalizas.
“Éramos vendedores de grandes cantidades de viandas, pero a inicios de marzo comenzó una disminución por los cambios de precios. Esperamos que muy pronto vuelvan a existir los abastecimientos de ese renglón, de gran demanda.
“Nosotros tenemos clientes no solo de la circunscripción, sino de otras áreas de la ciudad que refieren el buen servicio que se les brinda”.
El mercado Leningrado, de la populosa zona de Buena Vista, está arrendado desde hace pocos días a un usufructuario, quien no estaba en el momento de la visita. Pero el vendedor, Yoan Álvarez Arias, aclaró por qué no había cola a pesar de vender col, pepino, rábano, cebolla, berenjena, pimientos y otros renglones.
“Desde hace más de una semana recibimos mercancías todos los días. Al inicio sí había cola; pero ya la gente satisfizo sus necesidades y ahora compran menos”.
¿Qué opinan los clientes de los productos que se venden, su calidad y precios?
“Están buenos, aunque a veces cuestionamos los precios. Hay variedad de unos cuantos productos que no aparecían hace poco. Lo mejor es que cada cual compra la cantidad que puede y necesita”, expone una tunera residente en el reparto Aguilera, que habitualmente realiza sus compras en el mercado 25.
Muy cerca de allí, un señor dice que la gente se va contenta por la variedad de las ofertas, «aunque la col está un poco cara. Cada una te sale en 90 pesos, 80… la más chiquita en 45 pesos”.
Sin embargo, una joven trabajadora, clienta del “Parque 26 de julio”, considera que «los precios están bien y se corresponden con lo que devengamos ahora y con la situación que tiene el país. Yo creo que vamos bien. Y agrega: «ahora hay que velar porque los vendedores cumplan, que no cobren más de lo establecido, que respeten los precios topados… Así sí avanzaremos”.
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En diferentes áreas de esta ciudad hay variedad y calidad en las ofertas de productos agropecuarios. No obstante, hay insatisfacciones que deben resolverse paulatinamente a partir de la implementación de la nueva política de comercialización y otras medidas aprobadas recientemente por la dirección del país para impulsar la producción de alimentos.
Apenas se comercializan viandas, productos muy demandados en estos tiempos, y en el mercado del Parque 26 de julio, salvo excepciones, los concurrentes no tenían visibles los listados de precios.
Afortunadamente, se acometen varias acciones para evitar violaciones de los costos reglamentados y también avanza la reconstrucción de los mercados del Ferrocarril y Bonachea, lo que favorecerá la venta directa de esos productos a la población.