Jobabo.- Desde que se implementó el año pasado la venta única a través de tarjetas magnéticas en la red de tiendas de materiales de la construcción, la principal unidad local de este tipo ha visto una reducción drástica en la recaudación de ingresos, y ello no solo tiene que ver con el inestable abastecimiento de productos de alta demanda, sino en las incongruencias que genera esta forma de pago.
De acuerdo con datos ofrecidos por la administración de la unidad, antes de recurrir a los POS, se atendían diariamente más de 30 clientes, una parte de ellos en busca de surtidos de bajo costo y ocasionales, luego, al ser por tarjeta únicamente, la mayoría llega, ve que no puede comprar en efectivo y se va.
El otro dilema se da con las constantes interrupciones en la conexión, llegando a pasarse hasta tres días consecutivos sin poder realizar ninguna operación, algo que va contra las utilidades y el salario de los trabajadores de la unidad.
La mayoría de los clientes salen muy molestos, completamente inconformes, asegura una de las dependientas. El problema es que mucha gente no tiene tarjeta y para comprar algo barato, digamos que, de unos 30 ó 40 pesos no vana a ir al banco, solicitarla y esperar más de una semana, pues al cabo de ese tiempo a veces ya no está el producto en existencia.
Y sí que salen molestos, pues casualmente antes de llegar al establecimiento pude presenciar a dos personas entradas en años, refunfuñando a toda voz por no poder adquirir algo que costaba menos de diez pesos, y por esa cifra no iban a hacer una cola en el banco para sacar una tarjeta magnética.
Pero únicamente el problema no radica en la obligatoriedad del pago el ectrónico, sino más bien tener una conexión de datos inestable y POS obsoleto, dice Yusimí González, otra de las dependientas.
¨Si el POS fuera rápido y conectara siempre fuera una bendición, pero hay días que no pasa ninguna tarjeta¨ explica.
Orestes Cruz Rodríguez, una persona con materiales subsidiados reconoce que ha tenido suerte cada vez que viene, pero no están creadas las condiciones para garantizar el óptimo funcionamiento de esta forma de pago electrónico.
Un ejemplo claro de cómo influye la obligatoriedad de las tarjetas en las ventas, que a finales de diciembre se les autorizó a vender en efectivo y en un solo día se pudieron recaudar más de 50 mil pesos.
Digamos que lo de la tarjeta tuvo la mejor de las intenciones y establecer un control más efectivo para evitar el acaparamiento de materiales de alta demanda, pero no se tuvieron en cuenta los principales inconvenientes que tendría en lugares como Jobabo.
No solo haría falta cambiar el POS y mejorar la conexión de datos, sino establecer otras formas alternativas como el transfermovil o cualquier pasarela de pago electrónico viable, lo cual, sería muy prudente combinar con la tradicional transacción en efectivo, por lo menos para los productos menos costosos y de poca salida.