Las Tunas.- La producción de alimentos en la provincia de Las Tunas es una realidad y muchos hombres y mujeres protagonizan disímiles batallas, contra el marabú, la sequía, las plagas y la mala calidad de los suelos por solo mencionar algunos factores que obstaculizan las siembras, las cosechas y las crianzas de animales.
Pero, otros fenómenos corroen el proceso y van más a lo subjetivo, a la conducta de los productores y algunos dirigentes del sector agropecuario, e indican que de nada valen las reuniones si desde la base no se hace un esfuerzo extra o si la voluntad expresada en palabras no es la misma que se demuestra con acciones.
Por estos días, los estantes y mostradores de las placitas y los Mercados Agropecuarios Estatales casi siempre están vacíos y cuando llegan algunos productos, las colas se hacen interminables, lo que causa un sentimiento que frustra a muchos y es lógico, porque hay que comer.
A incrementar las producciones llaman constantemente las autoridades políticas y gubernamentales de Las Tunas y del país, y su convocatoria se basa en la necesidad de producir aquí lo que hace falta porque cada vez se nos hace más difícil conseguir alimentos en el mercado internacional.
Pero, por una u otra razón, no siempre salen los resultados esperados. La provincia tiene unas 29 mil 253 hectáreas dedicadas a los cultivos varios. Y de ellas, están en explotación poco más de 26 mil 100. Ocupadas con diferentes renglones solo están 16 mil 815.
La mayoría de los cultivos son viandas, hortalizas y granos. Pero, no es suficiente. Hace falta más. Y en su búsqueda se visitaron todos los productores individuales y estatales en un proceso que arrojó contrataciones por debajo de lo posible, usufructuarios que no venden sus producciones a la Empresa de Acopio y otras deficiencias.
Hay propietarios de vacas que no entregaron ni un litro de leche en el mes de abril, tenentes de tierra que en dos años han sido incapaces de poner a producir dos hectáreas y personas que se cruzan de brazos ante el arrollador paso del marabú.
Con todos se conversa y, en su momento, habrá que adoptar medidas. Ya basta de paños tibios, como ha dicho en varias ocasiones Manuel Pérez Gallego, presidente del Consejo de Defensa Provincial en Las Tunas.
De mantenerse la situación actual, nunca podrá concretarse el programa de autoabastecimiento municipal, que implica que cada uno de los 534 mil 184 tuneros reciba 30 libras per cápita de viandas, granos, hortalizas y frutas.
Este mes de abril fue negativo en algunos aspectos. No todos los territorios cumplieron los envíos de diferentes renglones a la cabecera provincial; tampoco el plan de producción de leche, y no se ha logrado completar la fuerza de trabajo que se requiere para producir alimentos.
No todo está perdido porque en los campos hay muchas áreas sembradas y ya llegaron las lluvias. Aparecen nuevas motivaciones de pago vinculado a los resultados productivos y en la mayoría hay compromisos de garantizar la comida para el pueblo.
La gente y los agricultores aspiran a que haya mayor producción y eso es lo que se necesita. Esperemos que sea así.