Jobabo.- Más de medio centenar de acciones dirigidas a reducir las vulnerabilidades y riesgos relacionadas con los incendios forestales y en áreas agrícolas se ejecutarán entre febrero y mayor en Jobabo teniendo en cuenta que son estos los meses más proclives a este tipo de fenómenos.
Las prioridades están enfocadas en áreas boscosas y de desarrollo forestal como el Monte Cabaniguán, Loma Alta y Sirvén, y zonas dedicadas a la ganadería, pues los potreros son considerados espacios de alto riesgo debido a la rápida propagación del fuego, y de hecho, han sido los más afectados en los últimos cinco años, reflejan las estadísticas.
Las principales barreras cortafuego son las trochas, especie de líneas que posibilitan un aislamiento clave entre las áreas boscosas y los caminos o vías de comunicación, y evitan con una alta precisión que se extienda la candela por la alta cantidad de materia seca que abunda en este periodo, señalan desde el Servicio Estatal Forestal, principal ente estatal controlador de su ejecución.
En esta etapa, entre febrero y mayo se deben completar entre 40 y 50 kilómetros de estos senderos, sumado a otras acciones coordinadas con las comunidades aledañas a las áreas boscosas, las cooperativas, las brigadas de la Unidad Empresarial de Base Forestal y Flora y Fauna, este último considerada el área donde mejor manejo se mantiene para evitar los incendios.
Entre las acciones de control está la revisión de que los equipos agrícolas, tractores fundamentalmente tengan los llamados matachispas y que se coordinen e implementen correctamente los planes de contingencia, sobre todo el aviso y la respuesta inmediata.
Aunque Jobabo no es un municipio con alta incidencia de incendios forestales, pues el más complicado ocurrió en 2013, afectando notablemente áreas de sabana en esta área protegida, en los últimos años se han producido otros de menor envergadura en el bosque de teca aquí en la ciudad y en potreros a lo largo de la carretera de Jobabo a las Tunas.