Néstor Kirchner asumió en 2003 la presidencia de una Argentina sumida en el caos económico producto de la sistemática aplicación de políticas neoliberales.
En cuatro años llevó al país austral a registrar superávit fiscal y comercial, además de lograr la renegociación de la deuda con los acreedores internacionales.
Asimismo, destacó por su política en materia de derechos humanos, al terminar con la impunidad de los crímenes cometidos durante la dictadura (1976-1983).
En el ámbito de la integración latinoamericana, junto a los líderes Hugo Chávez (Venezuela) y Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) negó la conformación del área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) promovida por Estados Unidos.
Elegido además secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas en 2010, falleció de un paro cardiorrespiratorio no traumático el 27 de octubre de ese mismo año.