1892 marca la fecha más significativa para el periodismo cubano. El 14 de marzo de ese año, el apóstol de la independencia de Cuba funda en Nueva York el periódico Patria el cual en pocos días se convertiría en el vocero de “la guerra necesaria y humanitaria”, convocada por Martí poco antes de que naciera el Partido Revolucionario Cubano.
Desde esa memorable fecha se comienza a hablar de un periodismo que respondiera a los intereses de la independencia de la Isla y lejos de las pretensiones de los oportunistas y de los que tenía sojuzgados al país.
El periodismo de estos tiempos es como una especie de ofrenda que usamos para acariciar, reconocer virtudes pero también un arma poderosa para combatir lo indeseado y denunciar lo que no sea bueno para el pueblo.
La prensa revolucionaria nunca deberá ser complaciente, sus periodistas jamás aliados de la injustita y sí, apegados a la honestidad y al esfuerzo como valores propios de una sociedad en que el ser humano resulta el eslabón clave para mover trincheras y hacer convocatorias.
En estos tiempos el periodismo tiene grandes retos en un escenario en que se las redes sociales saturan las plataformas con verdades, medias verdades y mentiras que intentan confundir la realidad y muchas veces lo logran.
Sin embargo los periodistas revolucionarios, con su profesionalidad y como verdaderos artífices de la palabra y la comunicación, se sobreponen a esa avalancha y configuran ese escenario para convertirlo en el arma positiva que necesitamos para vencer.
Este 14 de marzo, día de la prensa cubana estará matizado por el compromiso de ser mejores profesionales, capaces de llegar al más humilde rincón con la realidad de nuestro país, con la verdad que defendemos y con el honor inculcado por Martí y por Fidel para ser más libres pero también más patriotas.