La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingles) reconoció que uno de los detenidos trabajó como informante de la agencia federal, mientras el Pentágono confirmó que integrantes del grupo recibieron entrenamiento por militares norteamericanos, cuando aún pertenecían al ejército regular de Colombia.
El pasado jueves, el presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró a una emisora local, que muchos de los militares retirados acusados de estar involucrados en el magnicidio fueron a Haití como guardaespaldas, pero otros tenían conocimiento detallado sobre el asesinato planeado.
Por su parte, el director de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas, afirmó ese mismo día que el capitán retirado Germán Rivera García recibió desde Estados Unidos 50 mil dólares para planear el magnicidio.
Vargas detalló en conferencia de prensa, que Rivera García, junto al también exmilitar colombiano Duberney Capador Giraldo, este último abatido en suelo haitiano y otra persona, aún sin identificar, viajaron a Haití el 10 de mayo último mediante un paso fronterizo desde República Dominicana.
Ya en el país de destino, se reunieron con el médico haitiano Christian Emmanuel Sanon, capturado y considerado el autor intelectual del asesinato de Moïse, agregó.
El magnicidio de Moïse fue planeado desde República Dominicana, aseguró el jefe de la Policía Nacional de Haití, Léon Charles, quien también desmintió un reporte de Noticias Caracol, un noticiero televisivo de la Cadena Radial Colombiana de propiedad privada, la cual aseveró que el primer ministro interino Claude Joseph era el autor intelectual del crimen.
Este viernes, el expresidente de Colombia Ernesto Samper (1994-1998) consideró que es una ‘vergüenza’ que militares retirados de este país estén señalados por el magnicidio del jefe de Estado de Haití.
‘#Colombia ya no solo exporta petróleo, café, flores y aguacates. Ahora exportamos matones y asesinos a sueldo, debidamente entrenados por compañías privadas de seguridad, como el contingente enviado a Haití para asesinar al Presidente. áQué vergüenza!’, escribió en su cuenta en Twitter.
Por su parte, la exsenadora Piedad Córdoba al referirse a la presencia de mercenarios colombiano en el magnicidio, así como en otras guerras y conlictos en distintas partes del mundo en los últimos años señaló que ‘el problema es aún más grave’.
‘Como pasó en el caso de la hacienda Daktari en 2004, con la captura de 153 paramilitares colombianos con el plan de asesinar al presidente Hugo Chávez, o con la calle de honor para el cruce de la frontera del señor Juan Guaidó, realizada por el grupo narcoparamilitar de Los Rastrojos en Norte de Santander, no estamos ante simples casos de mercenarismo individual’, enfatizó.