Mucho se habla del nuevo salario, de los precios y del adelanto monetario o el anticipo como muchos también les llaman, y es lógico que así sea porque se trata de algo nuevo nunca antes experimentado por nuestro pueblo en más de sesenta años de Revolución Socialista.
Lo que viviremos los cubanos dentro de unos días es inédito que resultarán la forma más eficaz para elevar la calidad de vida de nuestra gente y al mismo tiempo revertir la compleja situación por la cual atraviesa la economía nacional sometida a la dualidad monetaria y cambiara con elevadas distorsiones que se deben rectificar con este nuevo proceso que inicia el primero de enero próximo.
Dicho de esa manera, pudiera parecer como algo abstracto pero la esencia de la tarea ordenamiento, está intrínseca e indisolublemente unida a ordenar todo lo que en un momento determinado fue necesario hacer para sobre vivir ante los descalabros que sofrió el extinguido campo socialista y la desaparición del Consejo de Ayuda Mutua Económica conocido por el CAME.
En esa etapa Cuba prácticamente quedó sola, de ahí la necesidad de buscar opciones en aquella etapa subsistir, y ahí fue donde llegó la dualidad monetaria y cambiaria que el día primero de enero, por suerte, desaparecerá, como conoce nuestro pueblo.
Ahora bien, no solo se trata de asistir a cambios y transformaciones que se pondrán en práctica con la tarea ordenamiento en la que el Estado y el Gobierno jugarán el papel fundamental. Sin embargo, el sector empresarial también deberá ser mucho más eficiente para generar las riquezas que sustentarán las nuevas propuestas.
Y es ahí, precisamente, el desempeño consciente y consagrado de los trabajadores en la producción de bienes de consumos y servicios, guiados por los directivos, el movimiento sindical y las organizaciones políticas de cada organismo y empresa.
Dicho de otro modo, todos tenemos la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de las metas que le corresponda a cada cual con la calidad que exigen estos tiempos, esté en el puesto que sea.
En este nuevo proceso, todos importamos, no interesa la posición ni el rango que tengamos porque la Revolución se nutre de las más nobles, sencillas experiencias de nuestros trabajadores y de nuestra gente toda.
Siempre sea para bien el reordenamiento bienvenido pues