La ONU alertó también, que las agresiones contra los comunicadores tienen el efecto de limitar el derecho a la información e instó a las fuerzas de seguridad a revisar sus prácticas contra el gremio y castigar debidamente los abusos y las violaciones probadas.
La semana pasada en el curso de una movilización antigubernamental, policías lanzaron sobre un vehículo de prensa identificado, botes de gases lacrimógenos, y un fotorreportero fue alcanzado por el arma química, sufriendo lesiones leves.
Días antes dos reporteros de medios en línea fueron baleados en las cercanías del Palacio Nacional, mientras registraban una protesta por el respeto a la Constitución.
Naciones Unidas condenó estos actos y pidió a las autoridades respetar la libertad de los medios, bajo la máxima de que una prensa libre e independiente, sin censura ni coacción es esencial para el desarrollo de la paz, respeto a la justicia y promoción de los derechos humanos.
El canciller Claude Joseph reconoció la semana pasada que los hechos son ‘lamentables’ y que el gobierno condena tales actos, aunque enseguida apuntó que en ‘las protestas de todo el mundo hay estas desviaciones’.
Por su parte, la Asociación de Periodistas Haitianos condenó la violación de la libertad de prensa y el estado de derecho a la información, y advirtió que pone en peligro los logros democráticos.
Los ataques a la prensa ocurren en un contexto de polarización del país, en medio de los llamados de organizaciones sociales y partidos políticos para que el presidente Jovenel Moïse asuma el fin de su mandato, que, según estiman concluyó el 7 de febrero, mientras el jefe de Estado asegura estar en el poder hasta el próximo año.