Al menos 100 mil desplazados llegaron a Rafah en los últimos días, lo que empeora las ya terribles condiciones en la parte más meridional del enclave, de acuerdo con las agencias sobre el terreno.
Por su parte, las autoridades sanitarias de Gaza aseguraron que la mitad de todas las mujeres embarazadas que buscan seguridad en refugios en la Franja sufren de sed, desnutrición, falta de atención médica y vacunas para los recién nacidos.
En tanto, los niños desplazados enfrentan deshidratación, desnutrición y enfermedades.
La más reciente ola de desplazamiento es resultado de la intensificación de las hostilidades en la ciudad sureña de Khan Younis y Deir al Balah en el centro de Gaza, así como por órdenes de evacuación emitidas por el ejército israelí.
Hace unos 10 días ya se estimaba que Rafah era la zona más densamente poblada de Gaza, superando las 12 mil personas por kilómetro cuadrado, precisó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La Oficina alertó que el acceso a la ayuda sigue comprometido a pesar de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada la semana pasada que pedía un aumento de las entregas.
Este viernes, el órgano de seguridad permanece reunido luego de que Emiratos Árabes Unidos convocara a una reunión de emergencia ante la crítica situación de la población civil y las duras condiciones para la asistencia humanitaria.
Apenas 76 camiones entraron a Gaza desde Egipto a través del cruce de Rafah el jueves, muy por debajo del promedio diario de 500 camiones que ingresaban antes del 7 de octubre, según datos de la OCHA.
Al menos 1,9 millones de habitantes del enclave, el 85 por ciento de la población, ha sido desplazados internamente desde el inicio de las hostilidades.