En el pelotón de avanzada, entre los asaltantes a Jobabo el 30 de diciembre de 1958 estaba José Espinosa Rodríguez. Las memorias de este longevo combatiente de la Columna 12 tienen ese profundo agradecimiento a quienes le tendieron la mano a los rebeldes.
«Recuerdo que estábamos atrincherados desde la noche del 29 y el pueblo de Jobabo nos ayudó bastante. Nos llevaban café, bocaditos, agua… hay un hombre que tenía un kiosquito en el pueblo, Nery, se apareció con un bolso de bocaditos y dijo -ahí tienen muchachos para que merienden» relata.
José perteneció a un pelotón escogido en la Sierra Maestra para apoyar la Columna 12 Simón Bolívar, que operaba en esta zona, y fue uno de los que tuvo el encargo de sitiar el cuartel de la guardia rural en Jobabo.
Más allá de una visión asistencialista, para dotarse de recursos y medios de enseñanza, los coordinadores del Proyecto Profet en Jobabo supieron darle una mirada futurista a este financiamiento aportado por agencias internacionales y lograr un encadenamiento que supera las barreras de lo que hasta ahora se había pensado en un programa de este tipo para un centro educacional.
Convertir al Politécnico Manifiesto de Montecristi en una institución autosuficiente en materia productiva capaz de dar sostenibilidad financiera a sus actividades fundamentales y lograr ingresos que salgan de su fortalecida capacidad agroindustrial no tiene precedentes en el sistema educacional cubano, confirma Elíades Labrada, Director de Proyectos en Jobabo.
Lo más importante es que podremos combinar muy bien la producción del centro con los programas curriculares y aportar mayores herramientas para el aprendizaje de las ciencias agropecuarias, con medios de enseñanzas propios sin tener que acudir a los materiales audiovisuales, refiere Madelaine Sosa Menencia, directora del politécnico jobabense.
«Estamos hablando de la primera institución educativa que se le aprueba un proyecto de desarrollo local que aportará a una cuenta propia, y que generará producciones industriales a partir de una mini-industria abastecida de sus áreas agrícolas» destaca María Cristina Castillo Castro, una de las coordinadoras de Profet.
Este enfoque, adaptado a nuevas formas de gestión implementadas en el país cae como anillo al dedo a un municipio que, si bien tiene en ejecución alrededor de 16 proyectos, éste promete convertirse en un buen referente para el resto de los programas colaborativos en el campo de la ciencia y la producción.
Una mirada alrededor de la muy bien conservada edificación de los años 70 revela un panorama acogedor para quienes han vivido diferentes etapas en el centro educacional que hasta hace poco instruía a técnicos en agronomía sin poder mostrarle de cerca determinados instrumentos de trabajo o acceder a audiovisuales para mostrar modernas tecnologías aplicables a la agricultura.
«Profet nos aportó decenas de equipos especializados para los módulos pecuarios, las áreas experimentales, un laboratorio de computación con equipos de última tecnología, todo el equipamiento para montar una mini-industria para procesar vegetales, y algo que novedoso que no lo tiene ni siquiera la universidad, un laboratorio para el análisis de suelos» destaca Víctor Torres, profesor del Politécnico y uno de los gestores de Profet aquí.
¿Qué es en sí Pofet y su ayuda al fortalecimiento de la enseñanza técnica profesional?
El proyecto «Fortalecimiento del proceso de formación profesional de los jóvenes y trabajadores en la Educación Técnica y Profesional» conocido como Profet se ejecuta en Cuba desde 2019 a partir de financiamientos aportados por la Agencia Suiza para el Desarrollo (Cosude) y beneficia a más de 10 mil estudiantes y docentes de unos 29 politécnicos de todo el país, corrobora el portal de la ONU en Cuba.
Este programa, que llegó a Jobabo como parte de la estrategia del sector educacional para potenciar la gestión docente-educativa y reequipar el centro con mejores medios para la enseñanza de las carreras que se imparten aquí, especialmente las de corte agropecuario, abrió la oportunidad para buscar una salida a la combinación con otros proyectos de desarrollo local y hacerlo sostenible en el tiempo.
De acuerdo con el proyecto presentado al Consejo de la Administración Municipal, de Profet se espera que contribuya a que la Educación Técnica y Profesional asegure un perfeccionamiento, esencial e ineludible, para asegurar un rol activo y dinamizador en el desarrollo, aportando a la base técnico- material como en la generación de las competencias de las fuerzas productivas.
En relación con ello, la planificación y determinación de la oferta formativa del profesional deberá perfeccionarse para responder a las necesidades y demandas. Alcanzar una mayor eficiencia en los procesos productivos y avanzar en la calidad y rigor de la formación en las especialidades agropecuarias según las demandas de la producción en el municipio, exige elevar el papel de la Educación Técnica y Profesional como factor dinamizador del crecimiento y desarrollo económico del Municipio, desplegando las competencias para su empleabilidad más segura de los graduados de la Educación Técnica y Profesional.
Las diferentes actividades que incluye el cronograma se extienden hasta 2023 y abracan prácticamente todas las aristas de la enseñanza-aprendizaje, al mismo tiempo que aportará tecnologías, capacitaciones, intercambios y mejores oportunidades para el funcionamiento de ¨Manifiesto de Montecristi¨ como centro referente para la capacitación de otros actores económicos del municipio.
«Estamos pensando en un centro que pueda brindar programas de superación profesional a las entidades del territorio, estrechar los vínculos con la universidad para hacer uso de nuestras tecnologías y capacidades, y hacer que se sienta más nuestro funcionamiento en el desarrollo local», dice Sosa Menencia.
Profet es solo un complemento a lo que se venía haciendo en el Politécnico de Jobabo
Desde que los docentes del Manifiesto de Montecristi comenzaron a ver los recursos que aportó Profet vieron un cambio en sus capacidades para mejorar la calidad de sus clases, sobre todo las tecnologías de informatización, algo en lo que ese centro había quedado un tanto rezagado con respecto a lo que los programas curriculares exigen.
«Hoy tenemos un laboratorio completo con equipos de última generación y pleno acceso a las redes, donde los estudiantes y docentes pueden enriquecer su conocimiento de manera amplia e interactiva» dice Víctor Torres.
Al mismo tiempo tienen equipada un aula con un moderno sistema de proyección audiovisual, donde la profesora de Economía Dray Coba se siente más a gusto impartiendo su materia, pues puede referenciar más materiales que posibilitan no solo más conocimientos, sino mayor interés cognitivo.
Pero todo esto es solo un complemento de lo que ya proyectaba de manera autónoma el Instituto Politécnico Agropecuario Manifiesto de Montecristi, institución que ostenta la triple corona de excelencia que otorga el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y decenas de reconocimientos similares, y ello se debe a la conformación estructural de un sistema de estudio vinculado con áreas especializadas muy bien equipadas con lo necesario para las ciencias agropecuarias.
«Ya vez, todo esto es el esfuerzo del colectivo de profesores, instructores, trabajadores del politécnico… que bajo la dirección de Madelaine han sabido conformar buenas áreas experimentales» expone Domingo Álvarez mientras señala un huerto con más de una decena de cultivos que sirven de sostén alimentario y a la vez de medio de enseñanza.
Que hoy el Politécnico de Jobabo esté en condiciones de asimilar una mini-industria y mantenerla con sus propias producciones no es casualidad ni intencionalidad del momento, sino de años de esfuerzo, proyecciones, diseños, cambio de mentalidades, y constante interés por buscar todas las alternativas posibles para combinar el estudio con ese encadenamiento productivo que tanto necesita el municipio. Tal propósito está acorde con la Estrategia de Desarrollo Local y se articula con las líneas estratégicas enfocadas tanto en la capacitación como en la producción agroalimentaria.
Con 2 mil 666 contagios a la COVID-19 cerró Jobabo el 2021, e inició el 2022 con dos nuevos diagnósticos, ambos autóctonos.
La Licenciada en Higiene y Epidemiología en la localidad, Yanetcy Díaz Tejeda, informó que los nuevos contagios, uno reside en el reparto Manuel Ascunce (Los Solares), de sexo femenino, de 15 años de edad, el otro habita en el Batey l, sexo femenino, de 67 años de edad, ambos contactos de casos confirmados con anterioridad.
En el control de los focos han declarado hasta el momento 8 contactos estrechos ya aislados para los estudios y el seguimiento adecuado, y 10 de segundo orden que se hallan en vigilancia domiciliaria. Precisó la especialista.
La que añadió que se mantienen 8 pacientes activos, dos de Viet Nam, uno de Las 40, dos Argentina Sur, uno del Pueblo, uno de Los Solares y uno Batey l. Por grupo de edades 1 de un año, tres entre dos a 18 años, tres entre 19 a 59 años y uno más con más de 60 años. En el policlínico con servicio de hospitalización 14 de junio del municipio se asisten a 8 pacientes (3 sospechas y 5 confirmados)
Además de 18 viajeros que se hallan en vigilancia, (2 Haití, 1 España, 8 Estados Unidos, 1 Sudáfrica, 2 México, 3 Holanda y1 Bahamas).
En tales circunstancia se impone no descuidar las medidas higiénicos – sanitarias, el uso del nasobuco, el lavado frecuente de las manos y el distanciamiento físico, aparejado a la disciplina y autorresponsabilidad, señalo Diaz Tejeda.
Las Tunas.- La pandemia de la Covid-19 no fue obstáculo para impedir el crecimiento del sector cultural y sus creadores en la provincia de Las Tunas este 2021.
El arte de las letras, en específico, cosechó importantes logros y se plantea proyecciones, que ya se enfilan con vistas al 2022.
Las buenas nuevas llegaron por ejemplo en publicaciones de varios autores, entre ellos; el primer texto de Lester F. Ballester, Cuestión de origen, que vio la luz a través del sello colombiano El Taller Blanco Ediciones en el cercano mes de octubre.
Además, el también miembro de la filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Las Tunas, Alexander Jiménez del Toro, fue premiado recientemente en el concurso literario Eliecer Lazo 2021 en la categoría cuento, por la obra Figuras de papel.
Asimismo, ya pesando en el año nuevo, el joven Eduardo Rosell Herrera, autor galardonado en 2021 en el Concurso Nacional de glosas Canto alrededor del punto, labora en sus proyecciones artísticas; al igual que Odalys Leyva Rosabal, presidenta de la filial de escritores de la Unión de Escritores y Artistas (Uneac) llevando de la mano las ambiciones de la organización para este 2022.
Destacado quehacer de instituciones y artistas que demuestran cómo la voluntad creativa supera toda adversidad.
La Habana, 2 ene (ACN)Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, agradeció hoy, en nombre del Gobierno y pueblo de la Isla, los mensajes de felicitación recibidos a propósito del aniversario 63 del triunfo de la Revolución.
A través de la red social Twitter, el canciller reconoció además las muestras de fraternidad y solidaridad hacia la mayor de las Antillas.
“Agradezco en nombre del gobierno y pueblo de #Cuba los mensajes de felicitación y las disímiles muestras de fraternidad y solidaridad hacia nuestro país en ocasión del 63 aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana”, escribió Rodríguez Parrilla.
En los últimos días, naciones como Rusia y Yemen expresaron congratulaciones al pueblo y gobierno cubanos, por el aniversario 63 del Triunfo de la Revolución.
Asociaciones solidarias felicitaron también a la Revolución cubana y reiteraron su respaldo a la nación caribeña.
Igualmente, el eurodiputado español Manu Pineda celebró el aniversario, al tiempo que condenó el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la Isla.